Los aspirantes estaban convocados para las nueve de la mañana, pero algunos tuvieron que esperar una hora para comenzar la prueba de peón. "Con tanto barullo es normal esperar. Y además hay gente que llega tarde", expresaba Damián Baos, habitual de las convocatorias de planes de empleo. "Son un poco lentos, podían mejorar la organización", puntualizaba por su parte Jaime Cano, de 48 años y que lleva cuatro sin obtener empleo duradero.

1.640 aspirantes, un 67% de los 2.446 inscritos para el examen de peón, el más numeroso del plan de empleo municipal "Gijón Inserta", ocuparon ayer 15 aulas del campus politécnico y precisaron la movilización de 45 empleados municipales, tres por sala. Hay 49 plazas en juego. A esa prueba le siguieron otras dos, también numerosas aunque en menor medida.

Al examen para ayudante de servicios, categoría que ofrece once plazas, acudieron 1.056 de los 1.696 inscritos; mientras que en las pruebas para contratos de formación y aprendizaje se presentaron 461 de los 761 convocados. En total, en la jornada de ayer se examinaron 3.157 desempleados en busca de un trabajo por obra o servicio en el Ayuntamiento, un 64% de los 4.903 inscritos. "El porcentaje es un poco mayor de lo habitual", explican desde la Agencia Local de Empleo, que aseguró que "la jornada se desarrolló sin grandes incidencias". Algo que sí ocurrió en dos convocatorias de pruebas numerosas del año pasado, que se tuvieron que repetir tras quejas.