El consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Faustino Blanco, y buena parte de la cúpula directiva sanitaria local y regional mantuvieron ayer una reunión de trabajo en el centro de salud Severo Ochoa con la reforma y ampliación del Hospital de Cabueñes como tema central. Se ponía así de manifiesto que "el proyecto de mejora del Hospital de Cabueñes no es algo imaginario, sino que empieza a tomar cuerpo", como aseguró tajante el Consejero.

Y además toma cuerpo de una forma "muy ambiciosa", planteado como un equipamiento "moderno, funcional, con visión de futuro, que sea referencia para su entorno y también para el área VI (zona del Oriente de Asturias), que responda a la alta resolución, un hospital tecnológico y también universitario", en palabras del propio consejero socialista, para quien la inversión en el gran centro sanitario de Gijón debe ser "una de las prioridades de la sanidad asturiana para los próximos años. Porque a Cabueñes le ha llegado su momento".

En la actualidad ya está funcionando la comisión técnica que tiene el encargo de elaborar el plan funcional del proyecto de ampliación y reforma en base a indicaciones de necesidades que aporten diversos grupos de trabajo constituidos por profesionales de Cabueñes y también del Hospital del Oriente. El Consejero reconoció ayer que una de esas necesidades claramente detectadas es la aumentar la capacidad quirúrgica del centro, tal como reclamaron en LA NUEVA ESPAÑA varios jefes de servicio del hospital, que insistieron en la necesidad que tiene Cabueñes de disponer de más quirófanos.

"El bloque quirúrgico va a ser una de las áreas de actuación más importantes en el plan de reforma", reconoció Faustino Blanco, dado que hay que "favorecer que Cabueñes haga más cirugía. Es uno de los cuellos de botella del hospital, con necesidades actuales no bien atendidas y, lógicamente habrá que hacer un esfuerzo en este ámbito". Y esa apuesta irá ligada a propiciar también una evolución al alza de la cirugía ambulatoria, dado que tal como indicó el Consejero "queremos transformar esa actividad quirúrgica basada en el internamiento por otra de mayor peso ambulatorio".

Sobre esa alta demanda de cirugía a la que no se está pudiendo dar salida en Cabueñes habla a las claras los datos de lista de espera a cierre del año 2014. El gijonés es uno de los pocos hospitales de la red pública regional que mantiene demoras de más de seis meses -a día 1 de enero afectaban a 79 pacientes- y la lista de espera global con la que empezó 2015 es de 3.712 pacientes, casi mil más de los que había hace solo tres años. Y eso que Cabueñes ha contado este año con una gran colaboración del Hospital de la Cruz Roja, que cerró el año con el mayor volumen de cirugía -toda derivada de la lista de espera de Cabueñes- de los últimos años, siendo en total casi las 7.000 intervenciones realizadas.

Respecto a lo que sucederá con el número de camas de Cabueñes, un hospital que ahora tiene 453 en funcionamiento, el Consejero dejó claro que "no se va a ampliar el número de camas; lo que sí haremos será mejorar su especialización. Hoy en día los internamientos cada vez requieren mayor intensidad de cuidados. Vamos a trabajar en cuidados más críticos y habrá que ver cómo somos capaces de organizar eso. También vamos a trabajar en mejorar la hospitalización de día y la alta resolución" organizando camas en torno a estos nuevos modelos de atención, explicó Faustino Blanco. Para el socialista "el hospital del futuro es un hospital tecnológico, no un hospital de camas, por mucho que nos empeñemos en hablar de ellas. Ese es un debate de menor entidad respecto a otros que estamos planteando", zanjó.