La obra de Cabueñes empezará con una ampliación de espacio físico antes de entrar en la reforma de los espacios ya en funcionamiento. Así lo indicó ayer el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, lo que implica necesariamente que el Ayuntamiento de Gijón colabore con el Principado en la cesión de fincas o en la negociación con otros propietarios. "El Ayuntamiento es un colaborador necesario. No se entendería que la administración local pusiera inconvenientes a un proyecto que es un beneficio directo para la ciudadanía gijonesa", comentó Blanco. El consejero afirmó que el Ayuntamiento de Gijón conoce el proyecto y las intenciones de Sanidad para Cabueñes porque "yo mismo me dirigí oficialmente a ellos diciéndoles que teníamos que resolver algunas cosas del área de afectación del proyecto", añadió Faustino Blanco, convencido de que "no hay nada que vaya a limitar este gran proyecto". Con respecto a la cartera de servicios que ofrecerá el hospital, y la posibilidad de que se aproveche la ampliación para incorporar algunas especialidades de las que no dispone el área, Blanco dijo que "la cartera de servicios es buena y no se prevé que sea muy diferente".

Quejas por el Selene

Al margen de las reflexiones sobre el futuro hospital de Cabueñes, el consejero entró al trapo de las quejas manifestadas en el hospital por la implantación del sistema de la historia clínica digital Selene en un momento de punta de ingresos y de gran actividad por la gripe. Blanco aseguró que "siempre que se introduce una herramienta de trabajo nueva surgen dificultades pero hay que pasar el pico, adaptarnos y seguro que en 6 meses no estaremos hablando de esto".