David González Medina no será candidato a la presidencia del Partido Popular de Gijón en el congreso local extraordinario que se celebrará el 7 de febrero. La decisión del juez Luis Roda de anular el congreso en el que hace apenas tres meses Medina resultó elegido máximo responsable de los populares gijoneses y "los palos, las zancadillas y las trabas" que el expresidente asegura haberse encontrado fueron ayer los dos principales argumentos de Medina para dar un paso atrás. "Mi familia y yo hemos pasado por un auténtico calvario que comenzó ya antes del congreso en el que salí elegido", argumentó el expresidente insistiendo en que abandona su cargo "sintiendo el cariño de los militantes" y pese a que hasta el mismo sábado se le había visto firme en la intención de concurrir de nuevo al proceso electoral interno.

Medina aseguró que la decisión tomada el pasado domingo y anunciada ayer en rueda de prensa es absolutamente personal: "Nadie me ha siquiera insinuado que me vaya de la presidencia". El excandidato presentó su renuncia como un gesto "generoso" de sacrificio por el partido "que espero que sirva como ejemplo". "Tomo esta decisión con las facilidades que pudiera tener con los militantes para ganar el próximo congreso, porque se que me apoyan", afirmó.

David González Medina hizo hincapié durante su comparecencia en que ya desde un primer momento era conocedor de la dificultad de la tarea que afrontaba situándose al frente del Partido Popular de Gijón, una formación que, afirmó, "no estaba entonces en su mejor momento". "El resultado de las últimas elecciones municipales fue un batacazo porque perdimos 30.000 votos, no tomamos las decisiones que teníamos que haber tomado y la gestora se alargó en el tiempo. A pesar de todo mantenía intacta la ilusión", contó. Esta ilusión fue, precisamente, la que Medina comenzó a perder con la publicación tres días antes del congreso de condenas judiciales del pasado contra su persona y ya archivadas. "Viví el mayor linchamiento que se recuerda a una persona en la historia reciente de la política gijonesa. Lo más similar a una lapidación que se recuerda en el siglo XXI", aseguró Medina, insistiendo en que durante estos tres meses los ataques han llegado incluso de "entre aquellos que cobran dinero público por pertenecer al Partido Popular".

"En cuanto pasó el congreso empezaron los ataques personales y los insultos", añadió el expresidente. Que el juez le diera la razón al sector crítico del partido y anulara el congreso que eligió a Medina fue el último empujón que el exdirigente local del PP necesitaba para decidir no volver a presentarse al congreso "por el bien del partido".

"Tuve que ver a un juez, que tuvo a bien publicar un artículo de opinión burlándose de nuestro proceso de elaboración del congreso, dictar que aquello no era válido y anular elecciones democráticas", señaló el expresidente popular sobre el fallo judicial. Medina dijo que desde el primer momento en el que se convocó el cónclave extraordinario comenzó "un proceso de reflexión personal que tenía como meta pensar qué puedo hacer para beneficiar al PP de Gijón en este congreso". "Es el momento de olvidar el egoísmo para construir. Hay que olvidar eso de estar en la política a cualquier precio, hay que dejar atrás egos y ambiciones personales", afirmó el expresidente, para añadir después que "seguiré asumiendo las responsabilidades que el partido me quiera dar". Medina mantiene que comunicó en todo momento los pasos que iba a dar a la presidenta del PP regional, Mercedes Fernández, y aseguró tener una "muy buena relación personal" con ella.

Medina aprovechó su comparecencia de ayer para hacer un balance de su gestión al frente del PP de Gijón. A pesar de que sólo estuvo tres meses en la presidencia, aseguró que deja su cargo "con la conciencia tranquila de haber cumplido lo prometido". "Hemos creado las comisiones de trabajo y hemos mantenido decenas de reuniones con representantes vecinales. Espero que cualquiera que entre mañana a las diez de la mañana por esta puerta lo haga con ánimo de trabajar", afirmó. Medina fue obsequiado con un cerrado aplauso de más de medio minuto que le dedicaron los militantes del partido que asistieron a su despedida.