No tienen las garantías suficientes de que el cónclave vaya a ser "limpio y democrático". Es por este motivo que los miembros del sector crítico con la dirección del Partido Popular de Gijón han decidido que no presentarán candidato al congreso extraordinario que el partido celebrará el 7 de febrero. "No queremos dar legitimidad a un proceso que ya nace viciado y que va a estar organizado por las mismas personas que el anterior, que fue tumbado por el juez", afirmó ayer el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Manuel Pecharromán. Para el edil este nuevo cónclave "no va a tener las garantías suficientes para que los afiliados participen".

La sensación de falta de transparencia es tal que los críticos ya amenazan con otra demanda. "Han desacreditado al juez que anuló el congreso y que dijo que los reglamentos no eran democráticos y que los organizadores eran una parte interesada. Está claro que aquí aún hay irregularidades", afirmó el concejal. Pecharromán tampoco descarta, incluso, ir más allá y llevar a la Fiscalía unas supuestas irregularidades contables que varios miembros de su sector habrían denunciado en las últimas horas. A pesar de que están convencidos de esta falta de democracia, la decisión de volver a judicializar los procesos del Partido Popular de Gijón aún no está tomada. "Lo valoraremos en los próximos días", aseguró ayer Pecharromán.

Al no presentarse candidato por parte del sector crítico del partido, el único militante que por el momento ha registrado su propuesta, el abogado Mariano Marín, podría convertirse en presidente en el congreso de febrero. Para ello deberá recoger, a pesar de todo, los 500 avales que exigen los estatutos del partido. Un trabajo para el que el abogado asegura que ya ha comenzado a trabajar.