Las goteras y los charcos son ya compañeros habituales de algunos rincones de la Laboral, especialmente con cada nuevo temporal. El mal tiempo de las últimas semanas ha hecho que las filtraciones de agua vayan en aumento, que el interior de la iglesia sea poco menos que una piscina y que los túneles luzcan llenos de cubos. A ello se suma la restricción de paso por determinadas zonas ante "el riesgo de que se produzcan desprendimientos de los tejados".

La Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad Laboral ha denunciado, una vez más, la situación de deterioro que se vive en varias zonas del recinto. Un problema que se arrastra desde hace años y que, con el paso del tiempo y los temporales, no hace sino agravarse. "Dentro de la iglesia llovía estos días casi como si se estuviera fuera", denuncia Constantino Villabrille, miembro de la asociación. Una circunstancia que obligó a proteger el suelo del templo, que alberga una exposición hasta la próxima primavera, con una alfombra de plástico, y a lo que se suma también que "la gotera sobre el altar se ha incrementado de manera notable y el agua entre más que nunca".

Los cubos también han proliferado estos días en los túneles, en el pasillo de la torre, en las cocinas y en el teatro, una de las zonas más afectadas por las filtraciones de agua y las humedades en aumento. La lista de desperfectos documentada estos días por los antiguos alumnos es larga, y se completa además con el vallado de varias zonas del patio para evitar desprendimientos del tejado, donde "se ve perfectamente cómo las pizarras están fuera de sitio".

Firmas

Con todo ello, el colectivo presentará esta mañana una nueva remesa de un millar de firmas reclamando al gobierno regional que "declare de oficio a la Universidad Laboral de Gijón como bien de interés cultural". Una campaña jaleada desde plataformas en internet que ya suma 12.000 adhesiones y que cuenta con rúbricas como la de José Marcelino Díez Canteli, arquitecto recientemente fallecido e integrante del equipo de Luis Moya que supervisó los trabajos de construcción de la Laboral hasta su finalización. Dentro de unas semanas prevén presentar una nueva tanda de firmas para "salvar la Laboral".