El gijonés Eduardo García Salueña es titulado en piano por el Conservatorio Profesional de Música de Gijón y licenciado en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Oviedo, donde recientemente presentó su tesis doctoral que versa sobre el denominado rock progresivo español, que García Salueña analiza tomando como base grupos surgidos en las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado en Galicia, Asturias y Cantabria.

Anoche, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, el musicólogo gijonés protagonizó una charla en la que resumió el fruto de su trabajo universitario, y lo hizo, más que con la palabra, a través de "un recorrido sonoro" con varios de los grupos e intérpretes que estudió del rock progresivo de la Transición.

Para empezar Eduardo García Salueña explicó las características del rock progresivo, que se basan, subrayó, en el virtuosismo instrumental, se trata de piezas (temas) de larga duración, con fuertes contrastes en el ritmo, el tempo y la dinámica, en la experimentación sonora y en la influencia de otros estilos musicales, fundamentalmente la música clásica, el jazz y el folk, que en los años setenta y ochenta, en plena Transición, se puso muy de moda en el Noroeste español.

Otra característica destacada por García Salueña para diferenciar el rock progresivo de otros estilos son "las texturas orquestales", que se logran, afirmó, fundamentalmente con el empleo de teclados (órgano), así como "la conceptualidad con textos, música e iconografía". Y todo ello para llegar "a la intelectualización en en proceso de la escucha", o lo que es lo mismo, "el oyente pasa a tener un papel más activo".

En su "recorrido sonoro", García Salueña "pinchó" temas de grupos gallegos como "NHU", "Outeiro" y "Goma 2". De asturianos (gijoneses): "Crack" y "Asturcón", así como de Alberto Berciano (Berto Turulla), prematuramente desaparecido. Y de cántabros como "Bloque".

El próximo acto en el Club será el jueves, 12 de febrero, y será una mesa redonda sobre el estado de la cultura en Gijón.