El cobro por la permanencia en el muelle de EBHISA del mineral descargado en la terminal, que no se hacía con anterioridad, influyó en los resultados de la terminal de graneles sólidos de El Musel en 2014, con los que batió su récord económico, con cerca de tres millones de euros de beneficios.

El cobro por la permanencia del carbón y el mineral de hierro en los terrenos de la terminal granelera no se hacía con anterioridad, frente a la situación actual en la que la empresa cobra a partir de un determinado día sin que se levante la mercancía hacia su destino final.

Esos nuevos ingresos por almacenamiento, junto a los nuevos servicios prestados como el depósito aduanero de Aboño o los servicios para el cribado de carbón, contribuyeron al aumento de ingresos en la principal terminal granelera de El Musel.

Junto al aumento en los ingresos, la otra variable que contribuyó a los buenos resultados fue la reducción de costes, tras las prejubilaciones que ha habido en la terminal en los últimos años. La integración de OLIGSA también propició una reducción de costes y una mejora en la operativa de la terminal, que ganó espacios de almacenamiento en Aboño.