El Juzgado de lo penal número 1 de Gijón acaba de condenar a dos años de cárcel a un vecino de la ciudad acusado de un delito de revelación de secretos por instalar en el ordenador de su jefe un programa espía. Los hechos tuvieron lugar, tal y como figura en la sentencia, en una oficina de asesoría fiscal y contable de Gijón.

El empleado instaló en su propio ordenador un programa informático "que permite acceder desde un equipo a otro". Para evitar que le descubrieran "eliminó de la pantalla de inicio el icono de la instalación y estableció una contraseña para el acceso". Gracias a este programa el ahora condenado accedió "en más de un millar de ocasiones al ordenador de su jefe", quien era además dueño de la empresa en la que tuvieron lugar los hechos. El juez asegura que la víctima almacenaba en su equipo "información personal y profesional".

"El acusado sabía que actuando de esta forma invadía la intimidad de la víctima", argumenta el juez. Además de la pena de cárcel el magistrado le impone al reo la obligación de pagar de una multa de 3.840 euros y de indemnizar al que fuera su jefe con los 733,60 euros que el denunciante se tuvo que gastar para que un técnico le revisara el equipo.