Un amplio tramo de la desembocadura del Piles, entre el puente más próximo a la playa y la rotonda de El Molinón, amaneció ayer plagado de algas, llevadas al río desde el mar por el efecto de las mareas. Un fenómeno natural que se produce más de una vez al cabo del año.

La acumulación de algas provoca que éstas queden paradas en tierra y que su rápido proceso de podredumbre tenga una consecuencia indeseada para los ciudadanos: los malos olores que se detectan en una zona elegida cada día por cientos de paseantes y deportistas gijoneses, alguno de los cuales llamó ayer a LA NUEVA ESPAÑA de Gijón para expresar su queja por la situación.

Por una causa u otra es una realidad que la zona de la playa de San Lorenzo y el río Piles se ven afectados por elementos indeseados. En el caso del primer arenal gijonés vuelveen a dejarse ver, como en cada primavera, los restos del carbón de "Castillo de Salas", el barco hundido frente a Santa Catalina hace ya décadas. La arena se ve teñida de negro en la zona central de la playa que dentro de nada va a ser visitada por miles de bañistas.

En el caso de la desembocadura del Piles, de la invasión de algas y de los malos olores que provocan convendría tener en cuenta que mañana se anuncia un lleno en El Molinón por lo que miles y miles de personas pueden verse sorprendidas por la situación.