El juicio de ayer no es el primero al que hace frente Juan Castaño Quirós. Juanele permaneció, de hecho, tres meses y diez días en la cárcel de Villabona en el año 2011. El exfutbolista del Sporting acabó en prisión tras ser condenado en dos ocasiones por sendos juzgados penales: primero fue castigado por un altercado en un bar de Fomento y después por pincharle las ruedas a un directivo del Grupo Covadonga cuyo turismo había confundido con el de su exmujer. La primera condena había quedado suspendida a cambio de que Juanele no cometiera nuevos delitos. Al llegar la segunda sentencia los tribunales decidieron levantar la suspensión y ordenaron el traslado de Castaño Quirós a Villabona.

A pesar de que en esta ocasión la pena máxima solicitada por la Fiscalía es de un año de cárcel -los tribunales suelen suspender las penas de menos de dos años de privación de libertad-, y de que los antecedentes penales de Juanele anteriormente relatados ya están prescritos por completo, el "pichón de Roces" podría volver a prisión. La suspensión del ingreso en la cárcel es, aseguran fuentes cercanas al caso, "decisión del juez".

A la hora de calificar la gravedad de los hechos, la magistrada encargada del caso, María León Escobedo, deberá tener en cuenta las lesiones de la víctima. "Salió en los medios con el brazo en cabestrillo y ni siquiera lo necesitaba", reprochó ayer el abogado del exfutbolista, Guillermo Calvo.

La trifulca de la peluquería de El Natahoyo ya pasó por los tribunales. Después de permanecer 47 horas en los calabozos de la Comisaría, Juanele fue sometido el jueves día 4 a un juicio rápido en el juzgado de violencia sobre la mujer. La falta de acuerdo en las penas solicitadas obligó al tribunal a dejar en libertad con cargos al exfutbolista, posponiendo su enjuiciamiento al proceso al que se le someterá mañana en el Juzgado de lo penal número 2 de Gijón. La víctima pidió al finalizar el juicio que se imponga a Juanele "la pena máxima" que sea posible.