"Los apuntes no se queman, se hace negocio con ellos". Los nuevos tiempos también han llegado a la noche de San Juan, aunque no tanto como para desbaratar tradiciones como la de juntarse un grupo de amigos, encender su propia hoguera, saltar la fogata para obtener buena suerte y quemar allí deseos y los cuadernos del curso recién finalizado. En el caso de Juan Pérez, Alejandro Nuño, Fran Cuesto, Guillermo Blanco y Luis Ramírez, los apuntes escolares no sirvieron para avivar la llama. "No acabamos todavía los exámenes", señalaron dos de ellos. Pero otros cientos de estudiantes si que "purificaron" los manusceritos de su año escolar, echándolo al fuego.

No hizo tanto calor, ni el sol quemó tanto como en los últimos días, pero por la noche la hoguera de Poniente, y las de los diferentes barrios y parroquias, iluminaron el verano que Gijón acaba de estrenar. Mientras los más jóvenes aprovechaban para quedar en pandilla y hacer "botellón", desafiando a la recién modificada ley que prohibe beber alcohol hasta los 18 años, el resto preparaban sus deseos en un papel para arrojar al fuego. "Que mi hijo encuentre pronto trabajo", proclama María Domínguez, junto a su marido Antonio Sánchez.

Este año se echó en falta la tradicional hoguera de Contrueces, que no se pudo organizar al estar constituyéndose una nueva Sociedad de Festejos en el barrio. Pero en Poniente, La Calzada, Mareo, La Camocha, Ceares y Cabueñes la noche más mágica del año se disfrutó a lo grande junto al fuego.

En Poniente la pira se construyó con 35 toneladas de madera. La novedad de este año fue un espectáculo piromusical en los minutos previos. Se utilizaron 3.612 unidades de artículos pirotécnicos y 1.960 secuencias. Por eso la hoguera se desplazó hacia la explanada del Acuario, para sincronizar el espectáculo del fuego con la música. "Es algo diferente y especial, de diez minutos más de duración con respecto a otros años", resaltó Teresa Sánchez, gerente del Teatro Jovellanos. Y resultó un éxito espectacular: la quema de los fuegos fue despedida con una salva de aplausos.

Restaban veinte minutos para la medianoche cuando la música se combinó con ese espectáculo pirotécnico novedoso, en el que el objetivo era rendir homenaje al fuego. Por eso se encendieron antorchas en círculo", comentó Raúl Álvarez, ingeniero de "Pirotecnia Pablo", que se encargó de la organización. Después llegó el turno para el tradicional baile de la danza prima y el concierto del grupo de música folk "Cerezal", cuyo sonido no fue lo único tradicional de la noche. Antes la folixa urbana se situó en la Plaza del Marqués al ritmo de las gaitas "Villa de Xixón" y "Noega", tras engalanar la fuente de Pelayo la Andecha de Cultura Tradicional "Na Señardá".

En numerosos puntos de la ciudad se aprovechó San Juan para disfrutar. Tanto por la tarde, como al filo de la medianoche y durante la madrugada. En Ceares la merienda vecinal en La Tejerona volvió a ser el punto de unión de los vecinos. En la espicha popular, amenizada por el grupo folclórico de Ceares, cada uno llevó su comida y la bebida la pusieron de forma gratuita los organizadores, la Asociación de Vecinos de La Cruz de Ceares. Después llegó la música, con un disc-jockey, hasta el último instante de vida de la hoguera.

En Mareo se puso fin a cinco días intensos de fiesta con el encendido de la pira. Antes celebraron la misa de difuntos, se entregó el bollu de la asociación de vecinos de La Pedrera y actuó la orquesta "Dragón". En La Camocha interrumpieron la siesta para divertirse con los juegos infantiles y la merienda popular hasta la romería, animada por el "Dj BKV", y sin solución de continuidad la hoguera y la danza prima. En La Calzada el día también fue largo. A las diez de la mañana se pusieron ya manos a la obra para la "plantá" del árbol como base para la hoguera que ardió a las doce de la noche en la playa del Arbeyal, tras poner ritmo al festejo la orquesta "Assia". También festejó la hoguera de San Juan Cabueñes, por medio de la asociación "La Pontica", con un acto vecinal en la carbayera "Paco Arbamburu" en la que hubo una gran paellada, aperitivos y postres elaborados por los vecinos.

Hoy los festejos siguen en Viesques, donde la asociación de vecinos ha organizado un reparto de bollos y vino (de 18 a 20.30 horas, en el colegio Begoña) además de amenizar la jornada, a partir de las 19 horas, con un festival de bailes de los alumnos que este curso han participado en las actividades vecinales. También se podrá ver una muestra de manualidades.