La Fundación Hospital de Jove va a iniciar en los próximos meses una obra de ampliación cuyo objetivo principal es reordenar circulaciones del centro sanitario, mejorar algunos espacios y, sobre todo, ampliar la exprimida zona de consultas ambulatorias. Exprimida porque, según las memorias de actividad del centro, en los últimos diez años el crecimiento de la actividad de consultas ha sido del 20%, desde las 91.200 citas que se atendían en 2005 a las casi 118.000 con que se estima que se acabará este año 2015, según indicaciones del gerente de Jove, José Luis San Miguel Cela.
Con una perspectiva de veinte años se ve aún mejor el incremento exponencial que ha tenido la demanda sanitaria, a la que el Hospital de Jove no ha sido ajeno: de 60.600 consultas registradas en dicho centro en 1995 a las 116.675 que se computaron a cierre de 2014. Si bien las primeras consultas están en línea descendente, de 29.851 en 2005 a 28.512 en 2014, las sucesivas siguen tirando de la estadística (hace 10 años eran más de 61.000 consultas y ahora son más de 88.000). Ya hace años, el propio San Miguel aseguraba que "las consultas en los hospitales tienden a crecer al infinito". Y así parece.
En la actualidad son cerca de medio millar las citas ambulatorias que se solventan a diario en el hospital concertado de la zona oeste de Gijón, al que está adscrita -así lo fija el concierto singular con el Principado- la población del distrito I del el Área V del Servicio de Salud asturiano. Esa adscripción supone que Jove es referente para unos 70.000 habitantes, procedentes de los centros de salud de Candás y El Empalme (en Carreño), y La Calzada, Natahoyo y Tremañes en Gijón. Aunque en los últimos años el Sespa también ha recurrido a Jove para resolver actividad derivada de otras áreas.
El gerente de Jove afirmaba esta semana, tras dar a conocer el proyecto de obras en el que entrará el hospital a partir de finales de septiembre o principios de octubre, que en los últimos tiempos buscar un hueco para una nueva consulta se había vuelto tarea difícil. De aquí que finalmente se haya optado por relanzar el proyecto de ampliación y reforma del hospital que se ideó hace varios años pero se mantuvo congelado por la crisis económica. El proyecto, que se espera que tenga el visado del Colegio de Arquitectos esta semana o la próxima, con lo que inmediatamente se iniciará la tramitación de la licencia municipal para poder preparar el inicio de obra, ha sido trabajado por el arquitecto Bernardo García Tapia, con amplia experiencia en construcción hospitalaria en España y también en Asturias.
Para resolver los problemas de espacio de consultas que lleva sorteando el centro sanitario se ha diseñado un nuevo bloque anexo al edificio hospitalario actual que supone incorporar 3.000 metros cuadrados a las instalaciones. Ese nuevo bloque, que irá ubicado junto al último área construida, el de Radioterapia -se inauguró en 2006- y que dispondrá de entrada propia para eliminar circulaciones innecesarias del área de hospitalización, permitirá a su vez vaciar espacios que ahora estaban ocupados por consultas y que también se reformarán. En esos 3.000 metros cuadrados más a reformar se mejorará la habitabilidad y el diseño de servicios obsoletos como Rehabilitación, Farmacia y Laboratorio. Además se van a acometer nuevos vestuarios y se ampliará el servicio de Urgencias. La inversión total que se ha estimado para el proyecto es de unos ocho millones de euros.
