Gijón vive hoy su fiesta del patrono, San Pedro con dos focos de atención ciudadana y cierta marejada de fondo. Uno estará por la mañana en la iglesia de San Pedro y el Campo Valdés, donde se oficiará la misa solemne en honor a San Pedro y se llevará a cabo la ya popular bendición de las aguas, una tradición con la que se recuerda, según el dicho popular, que antaño había madres gijonesas que no permitían que sus hijos se bañaran en el mar si las aguas no estaban benditas.

Este primer acto, convocado por la Parroquia de San Pedro con invitación cursada a las autoridades municipales para que participen tanto en la misa como en la bendición, ha tenido su respuesta. La del colectivo Asturias laica es ya tradicional, dado que en los últimos años han venido convocando una concentración simbólica en el Campo Valdés, al mismo tiempo que se celebraba el acto religioso, como forma de reclamar que las autoridades municipales "no participen en actos confesionales".

Su protesta ha tenido más eco este año, ya que desde Xixón Sí Puede, IU y también desde las filas del PSOE se pedía a la Alcaldesa Carmen Moriyón que renunciara a estar presente en el acto religioso. Por su parte el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, ayer mismo desde la páginas de LA NUEVA ESPAÑA pedía que no se convierta la cita festiva de mañana en un motivo de gresca. "Una invitación es sólo eso, una invitación, no una imposición ni un requerimiento. Se acepta o no se acepta; si vienen son bien recibidos, si no desean venir no lo lamentemos". Además, el párroco recuerda que "la Iglesia y sus instituciones pertenecen al desarrollo de la vida diaria normal", y así pide que se interpreten sus actos y sus invitaciones. La Alcaldesa, Carmen Moriyón, ya ha anunciado en su agenda del día su presencia y la de sus concejales en el acto religioso.

El otro foco, que nadie cuestiona, estará por la tarde en el teatro Jovellanos, donde las autoridades locales y los representantes civiles y militares están convocados para aplaudir a cinco representantes de la mejor y más digna vocación de servicio a la comunidad. En este caso los honores y distinciones de la villa gijonesa se concederán, por acuerdo municipal, a la Fundación Siloé, la Asociación Juvenil "Abierto hasta el amanecer", el equipo del "Helimer Gijón" de Salvamento Marítimo, la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Urbana, y al catedrático emérito e ingeniero aeroespacial Manuel Martínez Sánchez. Todos tendrán su medalla de plata de la villa, sin que este año haya nombramientos de hijos predilectos. Para evitar otra marejada futura.