Sin tregua en el Hospital de Cabueñes. La junta de personal del centro denunció ayer la intención de la gerencia de cerrar nuevas plantas de hospitalización coincidiendo con el verano, que en esta ocasión afectarían a ginecología y el hospital hematológico. Se sumarían así a la clausura de otra planta ya prevista, con lo que, como denunciaba ayer la presidenta de la junta de personal, Teresa Puertas, "seguiremos con la situación de saturación y masificación de todos los años".

Puertas, acompañada por varias representantes sindicales de los trabajadores del hospital, recordó cómo desde hace años los profesionales vienen denunciando el déficit de atención y comodidad del paciente que suponen las camas supletorias en las habitaciones. "Somos el único hospital de la red pública donde en una habitación de dos camas se mete otra más, con todo lo que conlleva de incomodidad para el paciente, las familias y los profesionales".

Una situación que se da igualmente en las habitaciones individuales, donde también se instalan camas supletorias, y que, lejos de mejorar con el paso de los meses, va a peor porque "al cierre previsto de una planta este verano se suma ahora el de nuevos espacios", alertan los trabajadores. Ello conllevará "un aumento de las camas supletorias, masificación de pacientes en las unidades de hospitalización, disminución de la calidad de atención al hospitalizado y familiares y un aumento de la carga de trabajo de todos los profesionales", porque, para colmo de males, "no ha refuerzo de personal en estas circunstancias", recuerdan los representantes de los trabajadores.

La junta de personal lamenta el hecho de que se alcance tal nivel de saturación en esta época del año, porque "no deja de serlo por el cierre de plantas y la dispersión de pacientes con distintas patologías por todo el hospital" en lugar de obedecer a otras causas, como en el caso del invierno con los habituales picos de gripe. En la actualidad, con el cierre de plantas y la colocación de camas supletorias en las habitaciones "estamos soportando la carga de trabajo equivalente a tres plantas de hospitalización abiertas", denuncian. Con la diferencia de que se hace en un espacio mucho más reducido.

Los sindicatos alertan de que la disminución de la calidad en la atención al paciente "debería preocupar a la Gerencia y al Sespa lo suficiente como para no mantener la plantilla de Cabueñes tan mermada". No en vano, "tenemos la peor plantilla de todo el Servicio Público de Salud del Principado de Asturias y de toda España", con el número de pacientes por plantilla "más elevado del sistema", denuncia Teresa Puertas.

Por eso, los trabajadores del Hospital reclaman de nuevo que se incremente el personal del centro, un problema crónico "al que nunca se le acaba de dar solución", lamenta la junta de personal. Entre las medidas de presión que contemplan figura la de exigir una reunión con el próximo consejero de Sanidad en cuanto se conforme el nuevo gobierno regional. También plantean mantener encuentros con todos los grupos políticos para "que nos escuchen, porque es un problema crónico y que nadie soluciona". Sobre todo, porque el proyecto de ampliación del Hospital de Cabueñes "no llevará aparejado un aumento de camas, y aún no sabemos si lo habrá de personal; cada vez que nos hemos interesado por el asunto nos dan largas", confirma Begoña Álvarez. El aumento de efectivos sería necesario tanto en la plantilla médica como en el de la plantilla de enfermeras, "especialmente por las tardes", así como en la de celadores, que "están bajo mínimos desde hace muchos años".

Ana Carpintero recordó por su parte que las cifras de sobresaturación del centro hospitalario gijonés no dejan de crecer en los últimos tiempos, con una progresión en escalada desde el pasado mes de enero. Así "la ocupación de las camas en vascular fue del 131 por ciento en enero, del 147 en febrero o del 126 por ciento en mayo", enumeró. En el caso de medicina general "siempre se supera el cien por cien de ocupación", con cifras que en el pasado de mes de enero llegaron a ser del 159 por ciento. "Se trata de cifras oficiales de las memorias del Sespa, de sobra conocidas por todos", lamenta Carpintero, y aún así "no se toman medidas con la excusa de que no hay dinero".

A todo ello suman los miembros de la junta de personal el hecho de que "la unidad de reclamaciones no da abasto", con casos como los de "reclamaciones de salario desde 2013 que aún no se han pagado", lo que resume el "caos" que a su juicio se está dando en el centro.

La saturación de pacientes en las habitaciones se añade además a las protestas de los integrantes del equipo de urgencias de Pediatría del hospital, que hace unos dís hicieron pública la situación de precariedad en la que se encuentran. Tal y como afirman, están "bajo mínimos" con los recortes, con apenas cinco pesonas para llevar a cabo la asistencia las 24 horas del día. En otros tiempos la plantilla era de diez personas, aunque la estimación para una atención realmente sostenible debería de ser de trece profesionales.