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El aniversario de una de las piezas del inacabado plan de saneamiento integral de 1991

La Reguerona sigue sola

La planta de Aboño cumple diez años de actividad como única depuradora de Gijón ante los retrasos y la compleja situación judicial de su "hermana" del Este

La planta depuradora de La Reguerona, en Aboño. ÁNGEL GONZÁLEZ

Un once de julio como hoy, pero de hace diez años, se inauguraba la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de la zona Oeste. O simplemente La Reguerona. La entonces ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona encabezaba el grupo de autoridades que se paseaban por el entorno para ver una de las piezas estratégicas del plan de saneamiento integral diseñado para la ciudad en 1991. Narbona aprovechó la ocasión para asegurar que las obras de la estación depuradora de la zona Este arrancarían en el año 2007. Dos cuencas, dos depuradoras para Gijón.

Diez años más tarde La Reguerona sigue siendo la única depuradora activa de Gijón. Su anunciada "hermana" del Este está en obras desde hace un tiempo pero bajo la espada de Damocles de un complejo y enrevesado proceso judicial que puede llegar, si salen bien las cuentas de sus opositores, a dar marcha atrás a todo lo andado e, incluso, tener que derribar lo construido. De hecho, los vecinos de El Pisón lograban a principios de este año un auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ordenando parar las obras. Orden que quedó en suspenso al ser recurrida por el Ministerio de Medio Ambiente. Aunque la confianza de los vecinos está en la decisión que tome el Supremo ante el recurso del ministerio sobre las cinco sentencias favorables a los intereses de los vecinos -unas del Tribunal Superior de Justicia y otras de la Audiencia Nacional- al declarar nulo el informe de impacto ambiental y el anteproyecto de ese importante equipamiento.

Así las cosas La Reguerona puede ser por mucho tiempo la única EDAR de Gijón. La planta de Aboño, como recuerda el historiador Héctor Blanco en el recién publicado "EMA: 50 años. Medio siglo de la Empresa Municipal de Aguas (1965-2015)", se inauguró como una planta depuradora de tipo convencional, con un tratamiento biológico de alta carga y uno de fangos por espesamiento y secado térmico. La planta tiene una superficie de 38.000 metros cuadrados y capacidad para depurar los vertidos de una población teórica de 330.000 euros. No hay que olvidar que su misión es reciclar las aguas residuales de la cuesta oeste de Gijón pero también del colector costero de Carreño. La obra se completó con un presupuesto final de 32,1 millones de euros sufragados por el Ministerio de Medio Ambiente, el Fondo de Cohesión de la Unión Europea y el Ayuntamiento de Gijón. Su gestión es competencia de la Empresa Municipal de Aguas.

Aquel día de la inauguración Narbona dejó claro que La Reguerona no podía ser la única depuradora de Gijón y que no había capacidad para ampliar la estación en esa zona de Aboño. Eso no significa que aquí se acabara su trabajo. En el diseño de la depuradora del Este presentado en agosto de 2010 se indicaba que a La Reguerona se desviarían para su tratamiento todos los fangos recogidos al Este a través de una canalización de 9.233 metros que cruzaría la ciudad de lado a lado y de depuradora a depuradora.

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