Dos viandantes resultaron heridos ayer alrededor de la una de la tarde al caerles encima una farola de tres metros y medio cuando se encontraban paseando por la zona del parque de los Donantes de Sangre, en las inmediaciones de la calle Antonio Machado de Montevil. Los gijoneses, José M. G., de 59 años y su suegra, Concepción G. M., de 82, tuvieron que ser trasladados al hospital de Cabueñes, en donde fueron atendidos. Las lesiones no presentaban gravedad por lo que ninguno de los dos tuvo que quedar ingresado en el centro hospitalario. El Ayuntamiento estudia ahora las causas del suceso. Por el momento los responsables de Mantenimiento Urbano del consistorio señalan a una oxidación de la base de la luminaria como consecuencia de la humedad y de los orines de perro como la causa más probable del desprendimiento.

"Iban a tomar un café. La farola se cayó y le dio un golpe muy fuerte al señor. El golpe también tiró al suelo a la suegra, que iba en silla de ruedas", contó ya recuperada del susto ayer por la tarde una conocida de la familia. Con los dos heridos se encontraba en el momento del suceso la mujer e hija de los accidentados. La gijonesa caminaba delante de sus familiares y no se dio cuenta de lo sucedido hasta que escuchó "un golpe muy fuerte". La mujer y su marido se habían trasladado a última hora de la mañana a una residencia de la tercera edad situada en las inmediaciones del lugar del suceso para pasar la tarde con la madre de ella.

La Policía Local de Gijón recibió el aviso en torno a lo sucedido a la una de la tarde. Una vez trasladados los heridos al hospital los funcionarios requirieron los servicios de Mantenimiento Urbano. La empresa encargada de la conservación de las farolas desplazó a varios operarios de guardia hasta la zona para retirar el soporte y la luminaria. Los primeros análisis de los técnicos hablan de que la base de la farola, soterrada bajo el césped, se encontraba oxidada como consecuencia de la humedad de la zona y de los orines de los perros que pasean por el parque. Los encargados del mantenimiento de las luminarias examinaron todas las farolas del parque para asegurarse de que el resto de las instalaciones se encontraban en perfecto estado.

No es la primera vez que tiene lugar un suceso de estas características. En marzo de 2008 la gijonesa Tamara Fernández salía de trabajar de un supermercado situado en la avenida de Galicia cuando sufrió la caída de una farola que impacto en su cabeza cuando estaba a punto de subirse a la moto de su marido. La chica permaneció 15 días ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias.

En esta ocasión las consecuencias de la caída no fueron tan importantes. El Ayuntamiento de Gijón asegura que los heridos presentaban lesiones leves. José M. G. fue trasladado a un hospital con un traumatismo craneoencefálico.