Elevada ocupación hotelera, más clientes en los restaurantes y mayores ventas en los comercios del centro de la ciudad. Esta fórmula resume el inicio de la temporada veraniega en Gijón, en el que los negocios cuya facturación depende en buena medida del turismo están cosechando mejores resultados que en años precedentes. El verano, que formalmente comienza el 21 de junio, en años precedentes apenas se notaba en algunos comercios del centro de la ciudad hasta la segunda quincena de julio. "Este año notamos una afluencia de turistas más temprana, desde el inicio de julio. Están llegando más y consumen más", señala Noemí González Vega, tercera generación de una familia de comerciantes que regenta una tienda de marroquinería en la calle San Bernardo.

Esta comerciante señala que el turismo les está permitiendo salvar en gran medida la temporada, porque "hay poco consumo interior", aunque mejora con las rebajas. Los visitantes sí están dejando sus euros en Gijón. Entre los clientes que entran en su tienda, González Vega señala que "hay mucho andaluz, excursiones del País Vasco y Galicia, turistas de Madrid y también de Levante". Extranjeros, menos y fundamentalmente, cuando llegan cruceros al puerto de El Musel.

Miguel Ángel Vidal Sarmiento, propietario de tres tiendas de calzado en las calles Corrida y Covadonga, considera por su parte que está siendo un buen año desde el punto de vista turístico. "En mayo ya empezamos a notar que entraban clientes de fuera", apunta. Una tendencia que se ha consolidado con la llegada del verano y, en lo que va de mes, "tenemos alrededor de un 50% más de clientes de fuera que el año pasado". En su opinión, para que acabe cuajando una buena temporada de ventas "es importante el tiempo, porque si llueve, los turistas no vienen o se acaban yendo".

Un criterio que matiza José Suárez Menéndez, propietario de tres tiendas de ropa en las calles Instituto y Cabrales: "Los días nublados son los que aprovechan los turistas para venir a las tiendas, y además consumen". En sus establecimientos también se han "notado más movimiento que otros años, con más compras por gente de fuera" en el arranque del verano. En su caso, estima que están visitando sus comercios alrededor de un tercio más de turistas que el año anterior. "No sé cómo estará la ocupación hotelera, pero en las tiendas vemos más turismo", agrega.

Y lo notan, entre otras cosas, porque los hoteles están más llenos que el verano pasado. Los hoteles gijoneses están teniendo una mayor ocupación y también cuentan con más reservas para lo que queda de verano, respecto a temporadas precedentes, explican fuentes de la asociación asturiana de hoteleros y hosteleros Otea. Como botón de muestra, una encuesta del servicio turístico Infogijón señala que el fin de semana que hoy acaba la ocupación en los hoteles gijoneses alcanzó el 90%.

En cuanto a la hostelería, el cuadro es dispar. "Se nota que hay más gente en los restaurantes al mediodía, pero se sigue sin recuperar la noche; las cenas y los locales de copas siguen flojos", añaden desde Otea.

Aunque la repercusión del turismo en la hostelería y los comercios del centro urbano es clara, no repercute por igual a todos los establecimientos.

Alicia Fernández Fernández, encargada de una joyería de la calle Corrida, señala que ya notaron una mejoría el verano pasado respecto a los precedentes y que en este se mantiene la tendencia, aunque el volumen de visitantes y facturación en julio, sigue siendo para ellos muy pequeño en comparación con lo que se produce en agosto.

Beatriz Cristóbal, copropietaria de una tienda de moda en la calle Los Moros señala que en su caso apenas notan la diferencia. Tienen clientes de fuera de Asturias, pero todo el año y son habituales.