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CARLOS MANSO DÍAZ-LAVIADA | Director del Festival Aéreo de Gijón

"Un festival aéreo sin participación militar sería como una ópera sin orquesta"

"Como todo en aviación, mientras se cumplan las medidas de seguridad no tiene que haber ningún riesgo"

Carlos Manso Díaz-Laviada. ÁNGEL GONZÁLEZ

El Festival Aéreo "Ciudad de Gijón" llega a su décima edición. El próximo domingo, 26 de julio, a partir de las doce del mediodía, la bahía de San Lorenzo volverá a ser el escenario de la evoluciones de un buen número de aparatos modernos e históricos. Carlos Manso Díaz-Laviada es el director del festival desde hace siete años y en la siguiente entrevista afirma que sería un error tratar de prohibir la presencia militar en el evento aéreo.

-Con vistas a la décima edición del Festival Aéreo, ¿qué es lo que usted, como su director, destaca del mismo?

-Para empezar, llevar diez años ya me parece que es algo que se ha consolidado como uno de los eventos del verano gijonés, y lo destaco en unos momentos que todos conocemos de dificultades; se han caído muchos festivales en toda España y prácticamente quedamos tres: Barcelona, Motril y Gijón, y a mí me cabe el honor de dirigir los de Motril y Gijón.

-¿El apoyo desde el Ayuntamiento es fundamental?

-En efecto, aquí hay un apoyo institucional desde el Ayuntamiento que ya empezó con el equipo municipal anterior (se refiere al del PSOE) y el actual lo retomó, y veo que con intención de seguir, creo yo.

-Respecto a los participantes en el Festival Aéreo, ¿qué es lo más destacado?

-Este año intentamos mejorar los años anteriores y para celebrar el décimo aniversario podemos contar con una parrilla de aviones muy interesantes y espectaculares. De menor a mayor, tenemos aviones más ligeros, las avionetas de La Morgal que harán un carrusel, y luego tenemos varias avionetas históricas cuyo mérito es su antigüedad: una avioneta Bücker de los años treinta y que se utilizó para enseñanza de pilotos en el Ejército del Aire, otras dos avionetas Piper que se usaron en la Segunda Guerra Mundial como aviones de observación del Ejército de los Estados Unidos y una avioneta Cessna que estuvo en la guerra de Vietnam. Luego vienen aviones más grandes e históricos de la Segunda Guerra Mundial, como un Mustang y un Warhawk y, complementándolos, un avión de transporte, un Douglas DC3 bimotor. Y en aparatos actuales tenemos, por parte de la Armada, dos Harrier, y del Ejército del Aire su caza más avanzado, el Eurofigther. También tendremos presencia del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, con un MV22 Osprey, que es una mezcla de avión y helicóptero. Y finalizaremos, como otros años, con la Patrulla Águila del Ejército del Aire español.

-¿Es complicado mejorar cada año?

-Claro, no es que un año sea más difícil que otro, pero la organización cada año debe atender todos los requerimientos. Hay dos figuras diferentes, entre otras muchas, que es el organizador y el director: la organización es la encargada de contactar con los participantes, y yo, como director, lo que tengo que hacer es que todo se haga según la norma que regula los festivales aéreos y que se respeten las normas de seguridad.

-Hay personas que opinan que un festival aéreo sobre una ciudad como Gijón es peligroso...

-El decreto que regula las exhibiciones aéreas y que yo tengo que aplicar establece las medidas de seguridad para mantener las distancias de seguridad y las alturas adecuadas, de manera que no haya peligro para los espectadores que están en tierra. Creo que, como todo en aviación, mientras se cumplan no tiene que haber ningún riesgo.

-También hay quienes opinan que se debe eliminar cualquier referencia militar...

-Mi opinión es que hacer un festival aéreo sin participación militar es lo mismo que pretender separar lo que es indisociable, que es la aviación militar de la civil. No se concibe una aviación civil sin una militar, toda la aviación civil tiene su origen y está íntimamente relacionada con la aviación militar. Creo que esa opinión es un error y un festival aéreo sin participación militar quedaría muy deslucido, sería como una ópera sin orquesta. Se podría hacer, pero saldría mucho más caro, ya que los militares no cobran por su participación y, además, hay aviones como los que enumeré antes, que son ahora civiles, de museo, pero su origen es militar. Es un error y creo que el público no asocia para nada un festival aéreo o un avión militar con un acto de guerra.

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