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El inventario de una ciudad que crece

El Ayuntamiento se encarga de mantener 1.273 kilómetros de viales, 42.821 puntos de luz y 32.000 unidades de arbolado

Dos operarios efectúan labores de renovación en el parque de Isabel la Católica. MARCOS LEÓN

184,24 kilómetros cuadrados. Es la superficie total del concejo de Gijón. Y también el tamaño del reto de Manuel Ángel Arrieta Braga, concejal de Mantenimientos y Obras en zona rural y urbana. 184,24 kilómetros cuadrados con miles de farolas, centenares de kilómetros de calzadas, varias decenas de parques y jardines y más de 270.000 habitantes, cada uno con sus reivindicaciones.

"Este municipio genera mucho trabajo a esta concejalía. Estamos hablando de una población de 300.000 habitantes, en números redondos, donde hay una gran superficie rural, que tiene posiblemente la mayor red de caminos de municipios similares", asegura Arrieta, que estuvo 34 años trabajando al frente de la sección de brigadas del Ayuntamiento. Toda una experiencia que le aporta cuajo para afrontar las mareantes cifras a las que se enfrenta la concejalía de Mantenimiento.

Una de las prioridades para Arrieta consiste en que "prácticamente en toda la ciudad hay que darle una vuelta al alumbrado, que se va quedando obsoleto". Por ese motivo, empezarán a cambiar las farolas del barrio de La Arena, sustituyendo las que están ancladas en fachadas por otras de suelo y reduciendo el coste energético.

Pero sólo será un inicio, porque la concejalía de Arrieta tiene que estar pendiente de 42.821 puntos de luz en el municipio. Más concretamente hay 26.811 elementos de este tipo en la zona urbana y 16.010 en la zona rural. En este sentido, la idea del gobierno local es, de acuerdo a directrices europeas, modernizar el alumbrado sustituyéndolo por otro de mejor rendimiento que suponga ahorro energético.

Los equipos encargados de la conservación viaria también tienen una importante carga de trabajo. En la ciudad, únicamente en el área urbana, Gijón cuenta con 314 kilómetros de calles, avenidas y plazas. La cifra crece ostensiblemente si se agregan los kilómetros de carreteras y caminos de la zona rural que son de competencia municipal, que aportan otros 959 kilómetros a la red viaria. En total, del Ayuntamiento dependen 1.273 kilómetros de viales.

Tremendamente abultadas son las cifras de espacios verdes a mantener, máxime dada la importante extensión de la zona rural gijonesa. En el casco urbano, la concejalía liderada por Arrieta se ocupa de 3.430.000 metros cuadrados de parques y jardines, a los que hay que sumar los 9.594.400 metros cuadrados de espacios verdes en la zona rural. Es decir, el Ayuntamiento se encarga de 13.024.400 metros cuadrados a través de su servicio de Parques y Jardines.

"Lógicamente, algunos servicios, como es el caso de éste, necesitan muchas veces ayuda externa para llevar adelante el trabajo", explica Manuel Arrieta. No en vano, el "jardín municipal" supone cuidar y mantener 32.000 elementos de arbolado, de los que 7.800 unidades son arbolado viario.

A ello hay que sumar la importante y atractiva red de sendas con la que cuenta el concejo gijonés. En total, 71,17 kilómetros de caminos, que, algunos más y otros menos, requieren un esfuerzo en conservación. Pero, además, la concejalía de Mantenimiento y Obras ha de estar pendiente de los pequeños detalles. Tanto espacio verde lleva aparejada la existencia de muchos elementos que cuidar. En concreto, se trata de 33 puentes, 796 aparca bicicletas, 248 jardineras y 2.495 papeleras en parques. Incluso tienen que estar al tanto de los 6.336 bancos que el Ayuntamiento tiene registrados. De ellos, 5.900 bancos están ubicados en zona urbana y únicamente 436 se encuentran en la zona rural.

Un espacio sin tanto asfalto al que Arrieta siente apego y otorga gran relevancia. Asegura conocerse "casi casa a casa" las parroquias. "Llevo en el Ayuntamiento desde 1977 y conocí muchos concejales y corporaciones. Y, la verdad sea dicha, que por la zona rural se trabajó mucho. Con el apoyo de los vecinos, que dieron siempre facilidades", recalca, aunque no se olvida de que "es imposible contentar a todos los ciudadanos". De hecho, pese a que "muchas veces hay que priorizar" unas quejas sobre otras, Arrieta presume de buena relación con el movimiento vecinal.

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