Trabajadores de la Residencia Mixta de Pumarín pusieron ayer fin a 425 días consecutivos de encierro diurno en el hall de la residencia, como muestra de voluntad negociadora ante el relevo en la consejería de asuntos sociales y el cambio en la correlación de fuerzas en el parlamento asturiano, explicó Nicanor García, dirigente de CSI en el geriátrico. Los trabajadores mantienen sus reivindicaciones contra la privatización de servicios en esta y otras residencias del ERA.