El premio Campanil 2015 concedido por la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto Jovellanos, que recayó en esta ocasión en el concurso hípico gijonés, fue recogido ayer por dos de los trabajadores que más tiempo llevan en la organización, Salvador Gómez y Conchita Valdés ligados al hípico gijonés desde 1987 y 1991 respectivamente. El presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos José Miguel Fernández explicó en su intervención los motivos que llevaron al jurado a reconocer el trabajo realizado a lo largo de los años en los concursos destacando "no sólo la calidad deportivo sino la implicación en la sociedad gijonesa que lo ha ido potenciado hasta convertirlo en uno de los mejores de Europa". Fernández recordó "los modestos orígenes en los años 40 del pasado siglo cuando la mayoría de participantes eran militares" y alabó "las modélicas instalaciones los puestos de trabajo que crea o los1,5 millones de euros de movimiento económico que genera".

Aurelio Menéndez fue el encargado de entregar la distinción que recogió Conchita Valdés, la secretaria del concurso, mientras que Salvador Gómez fue quien agradeció el premio. Gómez quiso destacar que para llevar a cabo cada edición del concurso "es necesario el trabajo colectivo de cientos de personas". Salvador indicó que "en estos momentos son ya más de 50 personas las que están trabajando en la adecuación del recinto, son personal del Patronato Deportivo Municipal, Emulsa, Parques y Jardines o personal de los planes de empleo a los que pronto se unirán el personal de apuestas, hostelería, conductores, azafatas y un largo etc". Salvador Gómez resumió la filosofía de trabajo en la organización del concurso hípico con una frase del entrenador de fútbol José Pekerman, "solos somos invisibles, pero juntos somos invencibles", y finalizó asegurando que seguirán "poniendo toda pasión y entusiasmo en este evento tan importante para Gijón y su imagen en el exterior".