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FRANCISCO VEGA RODRÍGUEZ | Sacerdote gijonés, vicario general de Cienfuegos (Cuba) y rector del Seminario San Ambrosio en La Habana

"El Papa Francisco es la persona cercana al pueblo que necesitaba la Iglesia"

"La aproximación entre Cuba y Estados Unidos ha llenado a muchos de esperanza, pero quedan más problemas que el hecho de abrir embajadas"

El sacerdote gijonés Francisco Vega Rodríguez, en la residencia de San Pedro. MARCOS LEÓN

Francisco Vega Rodríguez se declara "un sacerdote de paso por su tierra". Hospedado en la residencia de mayores de la parroquia de San Pedro, donde pasa unos días de verano, este gijonés reconoce que sus intereses parroquiales están desde hace tiempo en el Caribe, como no podía ser de otra forma siendo un sacerdote ordenado en Cuba, país en el que lleva más de cincuenta años de trabajo vocacional. Viajó a la isla de joven y allí se quedó. Fue vicario general de la diócesis de Cienfuegos y ejerció 33 años como párroco de la catedral de dicha ciudad. Además, Francisco Vega fue rector del Seminario de San Ambrosio en La Habana. A sus 81 años Asturias es su refugio y donde renueva energías. Pero en su mente siempre está el retorno.

-Más de medio siglo fuera de España. ¿Cuándo se fue a Cuba?

-Hace muchos años atrás. Me fui en el año 1951, de joven, y entré en el seminario. Después volví a Asturias en el 59 para terminar mis estudios. En 1964 me ordené sacerdote en Cuba y allí he permanecido estos cincuenta años.

-¿Cómo es su día a día en el país caribeño?

-Muy gratificante porque me siento necesario para la gente. Vengo a España cuando mi salud está regular, para renovar energías, y la gente de Cienfuegos siempre me dice cuando me voy: "pues vaya, repóngase, pero vuelva porque lo necesitamos". Entonces ¿cómo me voy a quedar en España si estoy comprometido con Cuba?

-Cuba está en la actualidad política tras el acercamiento histórico con Estados Unidos. ¿Cómo ve la situación?

-Me parece positivo lo que está ocurriendo porque ha llenado a muchas personas de esperanza. Pero aunque se hayan abierto las embajadas, el problema aún no se ha resuelto. Ahora es cuando empiezan a dialogar, a ver en qué desemboca este proceso.

-¿Y cuál es la situación de la Iglesia en Cuba?

-Ha ido mejorando poco a poco. Echando la vista atrás está mucho mejor que hace cuarenta años. En Cuba es cierto que hay más creyentes que practicantes pero el pueblo aunque no vaya a la iglesia se siente muy cercano a ella.

-A alguien con medio siglo de sacerdocio en América Latina ¿qué opinión le merece el Papa Francisco?

-Muy buena, hasta ahora. Creo que es la persona cercana al pueblo que necesitaba la Iglesia.

-¿Ve que realmente se está originando un aperturismo en la Iglesia?

-Por parte del Papa sí, pero no en todas las partes de la Iglesia están de acuerdo. En España la situación es difícil. El mundo en general vive momentos muy complicados. Santa Teresa de Jesús siempre decía "vivimos en tiempos recios" y la Iglesia ha ido sobreviviendo a esos momentos. Seguro que por asistencia divina, si no ya habría desaparecido.

-¿Cree que es un buen momento para que la institución se "modernice" de alguna forma?

-Sí que lo creo, es necesario. El Papa Francisco parece que va por ese camino. El mundo ha cambiado y sigue cambiando y la Iglesia es parte de ese mundo, por lo tanto, también tiene que evolucionar en muchas cosas, como ya ha evolucionado a través de la historia.

-¿Cómo ve el acercamiento de la Iglesia con los jóvenes?

-Todo el mundo desea atraer a las nuevas generaciones porque son el futuro, sea o no sea la Iglesia. No obstante, hay que ocuparse de los jóvenes, de los niños, de los grandes, de los mayores y de los ancianos. De todos.

-"Quién soy yo para juzgarlos" dijo el Papa sobre los homosexuales, ¿qué opinión le merece?

-Pues que su respuesta fue muy acertada, ¿quiénes somos para juzgar a los demás? Creo que fue una frase muy oportuna.

-El pontífice también declaró que los divorciados son parte de la Iglesia?

-Por supuesto. Luego la gente habla y tergiversa, pero nunca los divorciados estuvieron excomulgados. Lo único cierto es la dificultad que supone para ellos recibir la comunión en las ceremonias cuando se casaban por segunda vez.

-¿Le daría algún consejo al Papa Francisco?

-Que siga adelante a pesar de que como ser humano que es, pueda cometer alguna imprudencia. Creo que el bien que hace es mayor que los errores que pueda tener en un momento dado.

-¿Qué es lo que más le gusta de su vocación?

-Yo creo que ser sincero con mi vocación. Vivir mi vocación, ser cercano con las personas, servir al pueblo de Dios, a todos. No hemos venido a ser servidos sino a servir. Eso es lo que te da la dicha, la alegría.

-¿Es feliz?

-Estoy muy contento. Saber que para la gente de Cienfuegos represento algo, me hace muy feliz.

-Y de vuelta a Gijón le surgirán recuerdos. ¿Cómo fue su infancia en la ciudad?

-Mis padres vivieron en distintos lugares pero yo nací en Gijón, en la calle La Merced. Me bautizaron en la parroquia de San Pedro y ahora soy un sacerdote de paso por mi tierra.

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