Con tan solo cuatro novilladas con picadores a sus espaldas Luis David Adame (Aguascalientes, México, 1998) cayó de pie en El Bibio. Cortó cuatro orejas en una velada de mucha entrega y con el temple entre sus cualidades delante del toro. Ayer, repitió triunfo en Soustons, Francia, cortando una oreja de peso.
-Noche de impacto en El Bibio. ¿Satisfecho?
-Fue muy especial. Era la primera feria importante en la que actuaba con caballos. Estoy muy agradecido con el público de Gijón porque supo ver mi entrega y mis ganas de querer ser torero.
-Hubo materia prima. Buena novillada del Conde de Mayalde.
-Se dejó mucho y fue del agrado del público. Su mayor virtud fue la movilidad, que para los novilleros es importante, al margen de la calidad. Puse todo de mi parte y así resultó.
-Tuvo el detalle de invitar al mayoral a compartir el triunfo en la vuelta al ruedo.
-Cada quien marca lo importante que fue cada cosa y tenía que darle las gracias al ganadero porque sin ellos es imposible. Sin toro no hay torero.
-Sorprendió con la variedad capotera. Es un rasgo común al toreo mexicano.
-Sí, me gusta la variedad y el toreo puro. Y de novillero no hay otra forma de conectar con los tendidos que sorprender y agradar al público que siempre quiere ver pases nuevos.
-Hubo un espectador de excepción, su hermano Joselito, ¿le felicitó o sacó defectos?
-(Risas). Él ha sido mi primer maestro, desde pequeño, tanto en casa como en la plaza. José es mi orgullo y soy un privilegiado por tenerle cerca y poder aprovecharlo al máximo.
-¿Resurge el toreo mexicano en España?
-Este país es la madre del toreo y los mexicanos buscamos siempre estar en lo alto, por eso nos tenemos que buscar un espacio en España porque es imprescindible para ser figura en el mundo del toro. Damos la cara al cien por cien.
-¿Apellidándose Adame tenía que ser torero?
-(Risas) Mi hermano toreó muchas novilladas sin caballos en México y de niño siempre le acompañaba. Ahí descubrí cómo disfrutaba el público, la emoción, lo bonito que era el espectáculo... me picó el gusanillo y gracias a Dios me topé con una familia que siempre me apoyó.
-¿Si la Fiesta no tiene futuro por qué hay tantos novilleros peleando por ser figura?
-A los antitaurinos no les entiendo. Vale que no les gusten, pero este es un mundo de mucha diversidad y hay que respetar. Tenemos que fomentar la Fiesta, esto no es sólo una corrida de toros, es una historia que cada persona convierte en leyenda y deberíamos mostrarlo porque es un mundo emocionante. Por ello lucho cada día.
