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ANTONIO MORTERA | Presidente del Real Club de Golf de Castiello

"De Tiger Woods sólo envidio el color de la piel, aunque ahora me cuido hasta del sol"

"A día de hoy, el golf es para mí mitad carga, mitad divertimento; digamos que se trata de una carga que me divierte"

Antonio Mortera, en una terraza del centro de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Es el hombre del golf en Asturias, un deporte que conoce muy bien desde dentro y desde fuera. Del "green" a los despachos domina toda la asignatura. Se define como un multiempleado social ya que ha formado parte de las directivas del Real Club Astur de Regatas, del Sporting, y del Club de Tenis, entre otras. Dotado de un agudo sentido del humor, es alegre, comunicativo y carismático. Y los años apenas pasan por él.

-¿Qué más tiene que decir de su persona?

-Soy un gijonés de los antiguos (1938), aunque Arturo Fernández aún me saca unos cuantos años. He vivido en Gijón ininterrumpidamente, y toda la vida, aparte de la laboral, me dediqué al deporte, destacando en algunos. Me considero una persona bastante feliz y casi siempre logré lo que me propuse.

-¿Desde cuando maneja el palo?

-El del golf desde 1969. En el 70 gané el Campeonato de España de cuarta categoría. Al regresar a Gijón, el presidente de Castiello, Andrés Ruiz de Velasco me propuso para presidir la Federación Asturiana de Golf, cargo que ocupé hasta 2008, sucediéndome mi amigo Alfredo Álvarez. Aparte fui directivo de la Federación Española con cuatro presidentes, así que he vivido la eclosión del golf en España plenamente.

-¿Qué handicap ha llegado a tener?

-3'7 al ganar el Campeonato de España de segunda categoría, disputado en Pedreña. El que tengo ahora no se dice.

-¿Cómo ha afrontado Castiello la crisis?

- Mal, como todos los clubes privados, carentes de subvenciones. Sufrimos muchas bajas... La gente lo primero que abandona son sus juguetes. Pero en estos ocho años hemos logrado no subir las cuotas ni pedir derrama alguna a los socios, aunque no pudimos cumplir algunas de nuestras promesas electorales.

-¿Piensa presentarse a la reelección?

-Me queda un año de presidente, así que cuando lleguemos a ese puente ya lo cruzaremos. La persona para presidir Castiello tiene que ser independiente en lo político, económico, religioso y laboral. Yo soy un jubilado de lujo y vivo al lado del Club. Si hay alguien así le dejo el puesto ya mismo.

-¿Ha soñado con la chaqueta verde de Augusta?

-Es el sueño de cualquier golfista, pero yo tengo una comprada en Augusta hace 20 años. De vez en cuando me la pongo.

-¿Y con parecerse a Tiger Woods?

-Sólo en el color de la piel aunque ahora me cuido hasta del sol.

-¿Piensa en San Seve que estás en los cielos?

-Severiano Ballesteros ha sido el jugador al que todos queríamos parecernos. Fue amigo mío, y de mi hijo Marco, jugador de categoría profesional.

-Un lugar tan precioso como el Club de Castiello, ¿no tienen cola para la celebración de bodas?

-No, por desgracia. La gente no conoce el paraíso que es Castiello, ni el servicio que ofrecemos.

-¿A quién mandaría al "rough"?

-A los protestones y a los poco colaboradores.

-¿A día de hoy, el golf supone para usted una carga o un divertimento?

-Mitad y mitad. Digamos que es una carga que me divierte.

-¿A qué momento de su vida le gustaría volver?

-Si pudiera quedarme así... Estoy satisfecho en todos los sentidos, tanto familiar como social. Soy amante de mis amigos y sé disculpar los errores que hayan podido cometer conmigo.

-Tenía fama de ser el más guapo de la peña, ¿cómo lo llevó?

-Sigo siendo. Siempre lo asumí con naturalidad y me dio resultado.

-Si volviera a empezar...

-Repetiría lo mismo que hice sin dejar nada. Acerté plenamente en la vida, tanto con mi mujer como con mis hijos. He tenido la vida que soñé.

-Sé que le gustan los coches, ¿cuál tiene ahora?

-Un Cabriolet, una moto... Ando en moto desde hace 65 años. Soy muy caprichoso para los coches, conservo dos o tres en el garaje que no tienen demasiado valor, pero me gustan. Y ya no tengo barco. Siempre tuve barco con amigos y ahora disfruto de amigos con barco.

-¿Cómo va a vivir la Fiesta de Begoña?

-Hoy, noche de los fuegos, a las diez y media estaré en la cama. Pero pienso que es una fiesta extraordinaria que debe mantenerse.

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