El trabajo denominado 'Informe de valoración preliminar de situación de suelos de Lloreda, Veriña y San Andrés (Gijón)' elaborado por la Universidad de Oviedo y preparado para el Gobierno asturiano, concluye la presencia de "leves anomalías" por concentración de metales en algunas parcelas de La Lloreda.

El trabajo está firmado por los investigadores José Luis Rodríguez Gallego y Eduardo Rodríguez-Valdés. La toma de muestras se llevó a cabo por parte de personal de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente.

Las 14 muestras de suelos fueron remitidas a Envira Ingenieros Asesores, con acreditación ENAC para suelos contaminados, donde se realizaron las analíticas.

Las parcelas contiguas de la zona de La Lloreda tienen la anomalía en arsénico más notable. "La presencia de arsénico en este tipo de terrenos puede explicarse debido a su típica asociación a procesos de combustión de carbón y a la actividad metalúrgica y siderúrgica, aunque también es posible su presencia ligada a actividades agrícolas", señala el trabajo.

En sus conclusiones, explican que la zona de Lloreda en la que se estudian varias parcelas es en la que se encuentra mayor acumulación de anomalías por parcela de estudio, aparentemente dada la proximidad a zonas industriales y a la autovía "Y". Así, consideran lógico realizar un estudio local de la zona para esclarecer si se trata de una afección puntual restringida a las parcelas de estudio o por el contrario se trata un suceso de "contaminación difusa" en el que resulta necesario delimitar su extensión.

Del estudio preliminar sobre la composición de los suelos en las zonas rurales anexas al entorno urbano e industrial de Gijón, con esas anomalías leves, consideran que el origen de esa situación "parece ligado a fuentes históricas de contaminación de tipo industrial, urbano o ligadas al tráfico rodado, sin descartarse puntualmente el efecto de actividades agrícolas, el uso de rellenos alóctonos en alguna parcela o incluso alguna anomalía natural".

NUEVO TRABAJO

A la vista de los resultados, la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha decidido profundizar y contratará un estudio de detalle de los suelos de las parroquias gijonesas de Jove y Lloreda, sobre una superficie total de 500.000 metros cuadrados. El trabajo, con un presupuesto de licitación de 41.526 euros, permitirá determinar la calidad del suelo, a través de un análisis de su contenido en metales.

Con este segundo trabajo la Consejería pretende profundizar en este proceso de análisis de suelos, extendiéndolo a dos áreas de 250.000 metros cuadrados cada una en Lloreda y Jove, con la finalidad de tener unas conclusiones más detalladas y representativas, conocer si existe algún tipo de riesgo y, en caso afirmativo, proponer las medidas de prevención o remediación que procedan.