Mariano López Santiago, que fue el secretario general letrado del Ayuntamiento de Gijón entre los años 1990 y 2006 (en mandatos municipales en la Alcaldía de Vicente Álvarez Areces y Paz Fernández Felgueroso y sustituyó en el cargo a Alfredo Villa), falleció ayer en la ciudad, a los 79 años de edad, a causa de una larga enfermedad. La capilla ardiente quedó instalada en la sala 3 del tanatorio de Cabueñes.

El funeral por su eterno descanso se oficiará hoy, a las 18.00 horas, en la iglesia parroquial Mayor de San Pedro Apóstol. Luego, sus restos mortales serán incinerados en la intimidad familiar. Mariano López Santiago, madrileño de nacimiento, estaba casado con la gijonesa María Concepción García Palacios. Tenía tres hijas y dos nietas.

En el año 2006, a raíz de su jubilación, a los 70 años, el Ayuntamiento de Gijón le concedió la medalla de plata de la villa. Asimismo, en los últimos años Mariano López Santiago era crítico de teatro en LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

Miguel Ángel de Diego, el actual secretario general letrado del Ayuntamiento de Gijón, conocía muy bien a Mariano López Santiago. Ayer recordaba que "le conocí en 1981, cuando era secretario del Ayuntamiento de Laviana y fue él quien, de alguna manera, me introdujo en el Ayuntamiento, fue un poco mi mentor y, a partir de entonces, siempre tuvimos una relación estupenda".

En cuanto a las virtudes profesionales de Mariano López Santiago, el actual secretario del Ayuntamiento de Gijón destacó "básicamente la prudencia, era un hombre que tenía una extraordinaria mano izquierda y hay una anécdota que lo ilustra: decía que la mayoría de los secretarios teníamos encima de la mesa el libro de recopilación de las leyes de Eduardo García de Enterría, pero que el libro que tenía él era uno de Psicología de Vallejo Nájera. Decía que era más importante conocer la psicología de la corporación municipal para tratar a cada concejal en función de su forma de ser que el libro de leyes. También era un hombre con un sentido del humor tremendo pero, sobre todo, desde el punto de vista jurídico, muy prudente y sabía entrar muy bien en la psicología de la corporación, era muy diplomático".

Mariano López Santiago nació en Madrid el 15 de abril de 1936, en el llamado barrio del Hospicio, en pleno Chamberí. Estudió los tres primeros cursos de la carrera de Derecho en el edificio de la vieja Universidad Central de Madrid, en la calle Ancha de San Bernardo, y los dos últimos en la Ciudad Universitaria. En su familia, los antecedentes en la abogacía eran un tío carnal por parte de su madre, que había sido abogado de la UGT.

Su relación con Gijón comenzó en el año 1959, cuando fue destinado, como alférez de complemento de las milicias universitarias, al Regimiento de Infantería "Simancas" número 4. En Gijón conoció a la que sería su esposa desde 1965. Su carrera profesional le llevó, como secretario, a los ayuntamientos madrileños de Villaviciosa de Odón y de Getafe. Luego fue secretario del Ayuntamiento de Laviana, simultaneando en diversos periodos con las secretarías municipales de Caso y Aller. Pasó luego al Ayuntamiento de Mieres (un año también fue secretario del de Lena con acumulación) y después llegó al Ayuntamiento de Gijón, durante el primer mandato en la Alcaldía de Vicente Álvarez Areces. Entre 1999 y 2006 se sentó, en la mesa de plenos, al lado de la alcaldesa Paz Fernández Felgueroso.

La exalcaldesa de Gijón subrayaba ayer, tras conocer el fallecimiento de Mariano López Santiago, que "le tenía en alta estima, una persona que, además de buen secretario, competente y leal, era muy exquisito en su educación, en sus modales, en su manera de advertirte las cosas como secretario". Y apostilló Paz Fernández Felgueroso: "Desde luego, yo en él tuve un gran apoyo. Luego, por otra parte, era una persona muy generosa socialmente y tenía esa otra faceta de persona que disfrutaba de la cultura, disfrutaba enormemente del teatro y del cine. Fue, en definitiva, una gran persona y un excelente secretario".

Tras jubilarse, el 17 de abril de 2006, la Corporación Municipal acordó, por unanimidad, concederle la Medalla de Plata de la villa "por los servicios prestados al municipio".

El 7 de abril, en el Ayuntamiento, se le tributó un homenaje institucional y el 29 de junio del mismo año, festividad de San Pedro Apóstol, patrón de Gijón, también en un acto institucional que se celebró en la colegiata de San Juan Bautista, Mariano López Santiago recogió, de manos de Paz Fernández Felgueroso, la Medalla de Plata de Gijón.

El abogado y exsenador José Ramón Herrero Merediz fue el encargado de hacer la semblanza del homenajeado, a quien describió como alguien "leal a la función pública y a los alcaldes a los que ha servido".

"Nuestra misión fundamental es ilustrar en cuanto a lo que el alcalde quiera hacer o decidir para que se acomode a la legalidad", afirmó Mariano López Santiago en una entrevista publicada en LA NUEVA ESPAÑA el 9 de abril de 2006, "y nosotros (los secretarios) tenemos que brindarle ese acomodamiento de lo que él plantea con la legalidad actual, independientemente de que luego ese órgano de decisión decida lo que considere adecuado. Dicho de otra manera, la Administración tiene que tener siempre neutralidad, independencia e imparcialidad, de otra forma iríamos a cambios profundos cada vez que cambia el equipo de gobierno, no puede ser".

En cuanto a lo más difícil en la tarea de un secretario de ayuntamiento, Mariano López Santiago afirmaba: "Tener ecuanimidad y no dejarse arrastrar por ninguna de las corrientes que necesaria e indefectiblemente se suscitan dentro de la vida política local".