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Refugio musical de verano

La Escuela Enrique Truan aúna en su campamento para niños lecciones instrumentales y de canto y talleres de composición

Alumnos del campamento tocan sus guitarras eléctricas acompañados de la batería. JUAN PLAZA

Las cuerdas vocales afinadas y el sonido de los acordes de los violines, violonchelos, guitarras, pianos y fagots bailan al son de la música por los pasillos del colegio del Corazón de María de Contrueces. La escuela acoge hasta mañana, día 30, la décima edición del campamento de verano musical organizado por la escuela de música Enrique Truan, que inició su andadura en 1942 de mano del violinista aficionado vienés Alfredo Turkel, afincado en Gijón.

Pelayo Álvarez lleva estudiando siete años en la escuela y comenta que "este año estoy aquí para echar una mano en lo que haga falta". El gijonés ayuda a los profesores en las clases y se toma esta semana como "unas vacaciones". "El ambiente es muy bueno y hago lo que me gusta, estoy tocando y estoy con niños", aseguraba el joven.

La pequeña Alba García explicó que un día sus padres la llevaron a un concierto en el que había muchos instrumentos y que el que más le gustó "fue el violonchelo por su sonido". La avilesina de 12 años María Losa acude al campamento por tercera vez y comenta que "hace unos años empecé a tocar el piano, pero no me llenaba y me cambié a la guitarra porque me gustaba más". Actualmente cursa cuarto en el Conservatorio junto a su compañera Paula Menéndez, que no dudó en manifestar que lo mejor es "el tiempo libre porque puedes descansar y jugar con tus compañeros". Además de clases de canto e instrumento, los niños pueden disfrutar de juegos de convivencia, actividades de tiempo libre, conciertos didácticos y fiestas temáticas. Muchos van únicamente durante el día pero otros se quedan también alojados de noche. Las amigas Paula Menéndez y María Losa aseguraban que ayer se quedaron a dormir "porque celebramos la noche del terror y estuvimos todos juntos".

Por las mañanas los participantes reciben una clase individual y luego, como explica la profesora de guitarra y directora de la orquesta de guitarras, Susana Suárez, "se imparte un taller creativo para que compongan un tema libre que el domingo presentarán en un concierto al que asistirán padres, familiares y amigos". Mientras, Judith Fernández calienta su voz acompañada por el piano de David Carreño. Dolores García, su profesora de canto, explica que "es muy importante que si se estudia canto se acompañe del aprendizaje de un instrumento pues el acompañamiento de la voz ayuda a conocer el lenguaje musical".

Esta cita aúna jornadas de convivencia y enseñanza musical donde niños, jóvenes y profesores comparten espacio, ideas, tiempo y, sobre todo, la pasión por los instrumentos.

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