El nombre de Miguel Ferreira resonó en la Plaza Mayor el pasado jueves al proclamarse vencedor del Campeonato Oficial de Escanciadores de Asturias en la categoría local. Con 22 años, este joven gijonés logró hacerse con el título de mejor echador de sidra de la ciudad en la XXII edición del concurso que forma parte de una de las actividades vinculadas a la Fiesta de la Sidra Natural. "Hace tres años no sabía echar sidra ni desde un metro de altura y ahora soy el ganador", comentó entre emocionado e incrédulo Ferreira, empleado de la sidrería gijonesa "La Cuétara", tras el triunfo.

Era la primera vez que se presentaba al concurso en Gijón y confesó su deseo de poder compartir el resultado "con mis compañeros, porque no confiaban en que pudiese ganar". Conseguido el hito, el joven gijonés aseguró que en la sidrería donde trabaja "todo fueron felicitaciones a pesar de que nadie se lo esperaba". También tuvo tiempo para acordarse de la persona que le había enseñado todo lo que sabe sobre escanciar. "Pablo Suárez, el dueño de 'La Cuétara': él fue quien me enseñó a echar sidra cuando empezamos a trabajar. Él confió en mí y fue quien me animó a apuntarme al concurso. Me dijo que tenía muchas posibilidades", cuenta el asturiano.

Pablo Suárez también participó en el concurso, aunque él lo hizo en la categoría regional que buscaba el mejor escanciador de Asturias, compeonato en el que lleva varios años participando con resultados destacables. A pesar de no conseguir el primer puesto, Suárez escanció cuatro vasos perfectos que le convirtieron en el quinto mejor echador de sidra de la región. Además de gran escanciador, Pablo Suárez es un maestro orgulloso que no dudó en afirmar que Miguel "es muy buen aprendiz".

Entre las claves que definen a un buen echador de sidra, Ferreira destaca la necesidad de practicar. "Hay que dedicarle mucho tiempo, no puedes presentarte a un concurso así sin estar echando sidra todo el día, tiene que ser algo que hagas de forma cotidiana", asegura. Además, la confianza en uno mismo es otro de los imprescindibles. "No puedes ir pensando que vas a perder, así nunca se consigue nada. Hay que tener seguridad y confianza en uno mismo" comenta este aventajado echador.

Ferreira trabaja en la sidrería La Cuétara desde que esta abrió sus puertas hace más de dos años. "Estudié el curso de restauración en la Escuela de Hostelería hace cinco años y después trabajé en distintos sitios, pero nunca en una sidrería. Coincidió que, al empezar, ellos necesitaban gente así que entré un poco por casualidad", explica el joven. Una casualidad que le llevó a convertirse en el mejor escanciador de Gijón, experiencia que le ha puesto "muy contento" y que ya tiene ganas de repetir. "El año que viene repito sin duda", asegura emocionado el "mejor escanciador de Gijón".