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Gijón trabaja con Finlandia para poner en marcha un plan contra el acoso escolar

La Universidad de Turku ha elegido la ciudad como la primera de España para crear una red de socios por la reeducación de los acosadores

Niños a la entrada de un centro escolar. LNE

La Fundación Municipal de Servicios Sociales de Gijón está trabajando con la Universidad de Turku, en Finlandia, para la puesta en marcha de un proyecto de colaboración sobre la aplicación de medidas contra el acoso escolar. Se trata de una actuación pionera en España, toda vez que el país escandinavo está buscando socios para el desarrollo del método KiVa, un proyecto puesto en marcha en el año 2007 con el que han logrado reducir los casos de acoso en las aulas a la mínima expresión.

En su labor de búsqueda de socios en España han recalado en primer lugar en Gijón, habida cuenta de la dilatada experiencia de la ciudad en el trabajo en el ámbito escolar. La intención de la universidad finesa es la de poder llegar a establecer convenios de colaboración con la Fundación Municipal de Servicios Sociales en un horizonte temporal no muy lejano. Por el momento se están interesando por todos los programas que la entidad tiene en marcha para el trabajo en diversos frentes, con las familias, los centros educativos y los propios estudiantes.

Tal y como apuntan desde la Fundación, "la Universidad de Turku ha visto cómo el trabajo en la ciudad es solvente, y cómo podríamos pasar a ser socios para empezar a impartir este método contra el acoso en España". La colaboración se establecería después de un proceso muy riguroso de formación y evaluación de los técnicos. De hecho se exige una formación de cinco años a los socios interesados en poner en práctica este método, de manera que los frutos comenzarían a verse aún a unos años vista.

Finlandia, conocida desde hace muchos años por su excelencia educativa y por ocupar siempre los primeros puestos en los diferentes sistemas de evaluación de la calidad, ha logrado frenar en seco los casos de acoso escolar que, como en toda Europa, también venían sufriendo en las aulas. El método se basa, fundamentalmente, en una intervención no tanto sobre las víctimas sino sobre el resto del grupo, sobre los llamados "testigos" de los casos de acoso que permiten con su actitud pasiva que se produzcan esas situaciones.

De esa manera, KiVa intenta hacer que los testigos no participen en el acoso, para influir de esta manera en la actitud del acosador y hacer que el grupo enfatice y defienda a las víctimas. El trabajo se estructura en varias lecciones sobre acoso que los escolares reciben en diferentes momentos de su ciclo de estudios, y se desarrollan trabajos durante todo el curso académico sobre el respeto a los demás.

Con sesiones de trabajo en el aula y recursos virtuales para que las víctimas de acoso puedan denunciar su situación, el programa ha ido implantándose progresivamente en todos los colegios de Finlandia. En el 90 por ciento de los centros educativos del país existen estos grupos de trabajo, con la participación de adultos que se encargan en un primer momento de filtrar los posibles casos de acoso escolar y prestar apoyo a las víctimas, así como de hablar con el acosador para revertir la situación.

Los resultados han sido en los últimos años han sido muy llamativos en Finlandia. Los datos que manejan los responsables del programa (financiado por el propio gobierno finlandés) revelan que se ha eliminado el acoso escolar en un 79 por ciento de las escuelas participantes, así como que el número de casos de acoso han descendido en un 78 por ciento en el conjunto del país.

El proyecto se ha exportado ya a países como Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica o Estados Unidos con buenos resultados, con una reducción del acoso escolar a la mitad en muchos de los centros. Dado el éxito de este método, sus creadores han comenzado a recibir un aluvión de llamadas de colegios interesados desde todas las provincias de España, de manera que los responsables del método han decidido establecer de manera paulatina un sistema de red de socios como medio más operativo para implantar el plan.

En la búsqueda de socios han sido los propios finlandeses los que se han interesado en el bagaje de Gijón, que lleva años participando en proyectos internaciones de trabajo en el ámbito escolar, como son el Proyecto Prevent para implicar a las familias en la prevención del absentismo y el abandono escolar, o los programas locales de apoyo emocional y de conducta en los alumnos desde edades tempranas para mejorar su autoestima.

De hecho, la Fundación celebró a lo largo de este curso actividades como el programa "Apéga-te", dirigido a los educadores de las escuelas infantiles municipales con el objetivo de "fortalecer el vínculo entre los niños y sus educadores, contribuyendo a la regulación emocional y al autocontrol, fomentando la autoestima positiva y las habilidades sociales" como una de las claves para prevenir en el futuro actitudes de acoso entre los escolares del municipio.

Ahora, la ciudad aspira a ser el primer socio en España para poner en marcha un programa internacional con resultados reconocidos en todo el mundo, que evite que en las aulas se desarrollen actitudes de acoso y para reeducar a los que en algún momento traten de poner contra las cuerdas a sus propios compañeros.

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