Víctor Vallina, de Sidra Vallina, señala también que "un poco más de calor no nos vendría mal para que cogieran algo más de azúcar", si bien "va a ser una gran cosecha, hubo mucha flor y llovió sin llegar a tener humedad bastante como para dañarla".
Adolfo Acebal, por su parte, considera que la cosecha será "de las mejores de los últimos tiempos", gracias a "una buena primavera y un buen verano", a la espera de que "no granice ni haya tormentas fuertes que estropeen el fruto", apunta el responsable del llagar gijonés sidra Acebal.
Una eventualidad que Julián Castañón en principio no contempla porque "ya no falta mucho para la recolección, y la cosecha ya está casi salvada". "Será la mejor cosecha de los últimos diez o doce años", pronostica, "esa que se da más o menos una vez por década en Asturias". Y lo será porque "el invierno mató las enfermedades y la floración fue muy buena, la flor mangó muy bien y luego no se estropeó", explica el llagarero de Quintueles.
Juan José Tomás, de Sidra J. R. señala que "igual un poco más de calor no venía mal" para una mayor calidad de los caldos que se extraigan de una cosecha que "va a ser muy buena, este año se importará menos manzana que en temporadas anteriores", aventura el gijonés. Y de cara a las próximas semanas "no hace falta mucha más agua ya, sobre todo en la zona costera; con la humedad de la noche ya es bastante para que la manzana esté en buenas condiciones".
La gran cantidad de manzana que se espera en las pomaradas asturianas dará pie a una gran producción sidrera, la misma que se podrá degustar en la próxima edición de la Fiesta de la Sidra Natural de Gijón. La presente, que ayer echó el cierre, lo hizo con éxito de participación y la emotividad habitual que va ligada a los premios: como los que se llevaron como mejor sidra del festival a juicio de los expertos los navetos Orizón y, a juicio del público, Los Gemelos de Quintes (Villaviciosa).
Pero ante de eso los profesionales del sector quisieron rendir homenaje a los largos años de trabajo de los más veteranos del gremio. En esta ocasión el agraciado fue el gijonés Luis Piñera, de Sidra Piñera, en Deva.
Dedicado al mundo sidrero desde la más tierna infancia, ayer tuvo palabras emocionadas para "mis compañeros del sector donde trabajé gran parte de mi vida", en un día "de los más significativos para mí", agradeció durante su intervención tras ser condecorado con el Tonel de Oro 2015 por la alcaldesa, Carmen Moriyón. La Fiesta de la Sidra Natural siguió con Víctor Vallina, de Sidra Vallina, la mejor del certamen del año pasado, y Juan José Tomás, de Sidra J. R., elegida el año pasado como la preferida del público, escanciando los primeros culines.
Lo que siguió fue una jornada multitudinaria, a pesar de las tormentas de primera hora de la mañana y del posterior sol de justicia. Cientos de personas cumplieron con el ritual de peregrinar por cada uno de los 25 puestos de sidra del certamen para degustar de manera gratuita los caldos de la temporada. Ahora solo resta esperar al año que viene probar la gran "cosechona".
