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Fiesta de la Sidra Natural

Los lagareros esperan importar menos manzana gracias una cosecha "histórica"

Los profesionales aprovechan el festejo gijonés para celebrar que con algo más de calor en las próximas semanas habrá un fruto de excelente calidad

gran ambiente. A la derecha, arriba, el niño Álvaro Díaz escancia un culín en Sidra Buznego; debajo, la gente espera para tomar un culín en uno de los puestos. Bajo estas líneas, unos vecinos comen en los soportales de la plaza; a la derecha, la Banda "Villa de Xixón" toca para el gentío. MARCOS LEÓN

Un poco más de calor. Es lo único que necesitarían las pomaradas asturianas para tener una cosecha "histórica", tal y como ya adelantaron los productores días atrás y como ayer ratificaron en Gijón muchas voces expertas, que casi unieron la actualidad del sector a los motivos para el gran festejo de la sidra y la manzana de Gijón.

Un invierno frío que contribuyó a acabar con enfermedades y plagas y una primavera suave, con lluvias pero sin humedad dañina son los factores a los que achacan los llagareros de la región la que se prevé como la "cosechona" de las últimas décadas. Una previsión, salvo catástrofe final, de récord, porque los profesionales del mundo sidrero reunidos ayer en la Fiesta de la Sidra Natural de Gijón esperan que éste sea uno de los años en los que menos materia prima foránea se importe.

"Va a ser la mayor cosecha del siglo, los árboles se están rompiendo de tanta fruta como tienen", indicaba ayer en Gijón el llagarero José Manuel Arbesú, de Sidra Arbesú, en Tiñana. Según sus cálculos, "hará 15 o 20 años que no se veía tanta manzana y tan sana, este año subió mucha savia a los árboles y la producción es extraordinaria", apunta el sierense, convencido de que "igual esta temporada hasta sobra producto". Una gran noticia para los llagares asistentes al festejo sidrero gijonés, que ayer echó el cierre con gran éxito de público en la tradicional degustación de caldos. Y eso que "el mayor problema al que nos enfrentamos es que la juventud no quiere trabajar el campo y hay muchas pomaradas abandonadas, da pena verlas", reflexionaba por su parte Juan González, de Sidra Peñón, en Carreño. No obstante, la producción de este año va camino de batir todas las marcas, porque "las pomaradas están cargadas en todos los sitios; he estado visitando fincas en Cabranes, Felechosa, Teverga, Ribadesella, y todas están cargadas de fruta, da igual la costa que el interior, en todas hay mucha manzana", asegura González. Con ello pronostica que "vamos a tener una de las mayores cosechas que se recuerden, sólo falta un poco de agua y algo más de calor estos días para tener una manzana excelente, porque se ha criado con mucho sol", apunta.

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