La Empresa Municipal de Aguas (EMA) acaba de sacar a contratación la realización de un estudio de control y caracterización de los sedimentos en el anillo navegable del Río Piles.

Se trata de una actuación que previsiblemente irá encadenada a la realización de labores de dragado en profundidad, tal y como es la intención del equipo de gobierno local ante la presencia persistente de suciedad en el canal. La propia alcaldesa reconocía días atrás que las labores realizadas por personal de EULEN resultaron ser apenas un "lavado de cara", que deberá completarse con actuaciones en profundidad.

De hecho, los planes municipales pasan por llevar a cabo una gran limpieza para la retirada de sedimentos del fondo como la que se acometió en el año 2007 con un dragado en toda la longitud del anillo.

Sería, además, un paso previo a la toma de soluciones más drásticas para que la conservación del tramo navegable no sea un problema periódico. En este sentido, Carmen Moriyón anunció que los técnicos de la EMA ya trabajan en diferentes posibles soluciones, entre las que se contempla el hormigonado del fondo del anillo navegable.

Con ello, según indicó la regidora, se conseguiría limitar la aparición de algas en el fondo, se acumularían menos sedimentos y el mantenimiento sería mucho menos complejo. El gobierno municipal de Gijón se plantea acometer este trabajo de calado con vistas a la próxima renovación de la concesión del tramo navegable del Piles, que debería llevarse a cabo en el año 2017.

El Ministerio de Medio Ambiente cedió al Ayuntamiento el uso del anillo por un plazo de 15 años, prorrogable en otros 15, con el acuerdo de que el mantenimiento corre a cargo de los medios municipales, mientras que las obras de mayor entidad serían asumidas por el Gobierno de la nación. En este caso, de hormigonarse el fondo, lo costearía el Ejecutivo central.