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"¡Mamá, socorro!"

Vecinos del bloque en el que unos padres dejaron a su niño solo de madrugada se alarmaron por los gritos que profería "asomado a la ventana de la cocina"

Quizá no sea un caso extremo de abandono de menores, como el ocurrido en El Natahoyo en mayo, cuando la Policía Nacional detuvo a una madre por dejar solos y rodeados de basura en su casa a sus dos hijos, de 6 y 3 años. Pero, no por ello, ha dejado de levantar una oleada de comentarios de reprobación entre los vecinos de la zona. Ayer, en algunos locales hosteleros de los aledaños de la calle de Marqués de San Esteban se comentaba el suceso: dos padres detenidos en la madrugada del domingo por dejar a su hijo solo en su vivienda.

Incluso algún testigo de los hechos narró lo sucedido. Según su relato, "hacia las dos o tres de la madrugada" fue cuando se percataron de los gritos del niño, "de unos tres o cuatro años", tal y como afirman los vecinos de las calles Pintor Mariano Moré y Matadero Viejo.

Algunos, más próximos, se asomaron al patio del bloque de viviendas y se encontraron con el niño asomado a la ventana de la cocina. "Los que lo vieron, estaban en pisos superiores y trataron de hablar con él. Les dijo que estaba solo y llamaron a la Policía", cuenta una residente de la zona. Según los testigos, el niño gritaba: "¡Mamá, socorro!".

El despliegue policial no pasó desapercibido. "Primero llegó un coche con agentes de incógnito, y luego tres o cuatro patrullas más. Llamaron al casero del inmueble para intentar ponerse en contacto con la madre del niño. El pequeño terminó yéndose con los agentes", narran los testigos de lo sucedido. Los progenitores terminaron siendo detenidos, aunque fueron puestos en libertad con cargos en la mañana del domingo tras pasar a disposición judicial. En principio, la Fiscalía de menores no ha intervenido en el caso, dado que se consiguió localizar con premura a los padres.

Según cuentan los vecinos, la pareja y el niño se trasladaron a vivir a la zona no hace mucho. No se trataba de una familia especialmente conflictiva, aunque algunos sí recalcan que en su casa "suelen poner música latina a bastante volumen".

En los corrillos también se especulaba sobre qué hacían los padres fuera de casa mientras dejaron al menor solo, relacionando su ausencia con la proliferación en las cercanías de bares de ocio nocturno. Pero, sobre todo, hay comentarios de reprobación. "¿A quién se le ocurre? Algunos piensan que tener un hijo es como tener un perro", lamentaban ayer en un negocio de la zona.

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