Sometidas, sin opinión propia y reducidas poco más que a objetos sexuales y decorativos. Es el poco halagüeño retrato que se hace de las mujeres en las películas de serie B de los años 70 y 80, y que estos días será analizado por varias expertas en el marco del ciclo cinematográfico "Peor...¡Imposible!" que esta semana se celebra en la ciudad.
Covadonga Linares, codirectora del curso de extensión universitaria "Educomunicación y cine"; Isabel Hevia, doctora en Pedagogía y Aquilina Fueyo, profesora de Tecnología Educativa de la Universidad de Oviedo, fueron ayer las encargadas de desgranar un largo rosario de clichés atribuidos a las mujeres en las películas de serie B, que pese a lo grotesco de muchos filmes "ha tenido influencia hasta nuestros días", aseguran las expertas.
Las tres participan en dos mesas redondas, ayer y hoy, para denunciar cómo "en un cine hecho por hombres, el femenino siempre ocupa un papel secundario, sin apenas relevancia". Y cuando aparecen las mujeres en este tipo de cine, muy ligado en los años 70, 80 y 90 por la temática del terror y de la ciencia ficción, "el papel de la mujer aparece marcado por la violencia y el sexo", señala Isabel Hevia.
De hecho, en varias de las películas que analizaran las ponentes "aparecen las violaciones como tema recurrente", señalan, con la mujer como "reclamo, como una reducción a objeto erótico sin sentimientos", a pesar de que "en los filmes más tardíos se observa algún pequeño atisbo de liberación sexual", si bien "siguen siendo películas muy marcadas por una fuerte visión masculina", apunta Hevia.
Covadonga Linares, por su parte, pone de relieve la cuestión del maltrato a que se somete a las mujeres en este tipo de cine. La experta habla de "violaciones, palizas y vejaciones" que no sólo aparecen en las películas de serie B de décadas pasadas. "Estamos viendo cómo esta tendencia se ha heredado y ha llegado hasta nuestros días en ejemplos como la popular 'Juego de Tronos', donde aparecen personajes femeninos claramente maltratados, sufridoras y luchadoras", subraya.
Una influencia contra la que advierten las expertas, toda vez que "es una situación endémica de la industria del cine actual" con gran repercusión entre el público más joven. "El cine de masas educa tanto o más que las familias o las escuelas", afirma Aquilina Fueyo, antes de denunciar cómo en la mayoría de los filmes actuales "es imposible encontrar a dos personajes femeninos con nombre propio que hablen entre ellas más de un minuto sobre algo que no sean hombres".
Y ojo con Anastasia Steele, la protagonista de las "50 sombras de Grey". "No estamos ante una mujer liberada sexualmente, sino ante una mujer que accede a un plan sexual ideado por un hombre, que es el que decide qué hacer en cada momento, y qué cosas tienen que gustarle a la chica en cada momento".
Así pues, y aprovechando el gancho de las películas de serie B, las profesoras llaman la atención sobre la necesidad de fomentar la conciencia crítica, especialmente entre los más jóvenes.
