El Partido Popular quiere que Gijón sea la primera ciudad de España que elimine el Impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana -la popular plusvalía- y se ha puesto manos a la obra. El edil popular Pablo González registró ayer una iniciativa para que el Pleno vote en su próxima sesión la eliminación de este tributo.

Para evitar sustos, el PP plantea un proceso a tres años que empezaría en 2016 con una reducción del tipo impositivo del 30% hasta alcanzar la supresión total de la recaudación. "La cuestión es eliminarlo en este mandato", sentenció el integrante del Grupo Municipal Popular.

"Estamos hablando de un impuesto profundamente injusto. Primero, porque supone que hay un incremento del bien y no siempre es así; segundo porque en la mayor parte de los casos se paga en momentos personales complicados por el fallecimiento de un ser querido y tercero porque se paga independientemente del nivel de renta de las personas", explicó González para quien estos momentos previos al diseño del presupuesto de 2016 son los idóneos para tomar una decisión sobre esta vía de ingresos municipal.

Pablo González entiende que el Ayuntamiento de Gijón tiene margen más que suficiente para asumir la pérdida de esos ingresos. El edil señaló que el incremento de 43 a 70 millones por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) recaudados por el Ayuntamiento en los últimos años compensaría los entre 10 y 15 millones anuales que reporta la plusvalía.

El PP presenta esta iniciativa al Pleno en forma de proposición para que tenga que ser votado por todos los grupos políticos. La intención es que cada partido "se retrate" en su apuesta por bajar o subir la presión de los impuestos sobre los gijoneses.