"Dicen que recordar es vivir dos veces y nosotros hemos conseguido volver a la vida". Con esta reflexión celebraba ayer el presidente de la asociación de vecinos de La Camocha, Herminio Torre, la publicación, con motivo de las fiestas del barrio, del libro en el que se cuentan las andanzas de 250 familias de la zona. "Así nació La Camocha" es el resultado del arduo trabajo de recopilación de vivencias llevado a cabo por exalumnas de "La Escuelona" y que sirvió ayer, además, como excusa para que todos los habitantes del poblado minero gijonés echaran la vista atrás con una mezcla de nostalgia y esperanza en el futuro.

"Cuando yo llegué aquí La Camocha ya era un poblado minero. Al salir de trabajar por aquel entonces los chigres se convertían en hogares en los que se comentaban las malas condiciones de trabajo en la mina y los míseros sueldos", señaló el líder vecinal. Torre llamó al optimismo de todos los gijoneses insistiendo en que "no nos dejemos presionar por las luces oscuras de las galerías". "La riqueza está en las habilidades de los ciudadanos y de eso tenemos", argumentó.

En la presentación del libro también estuvieron presentes varios de sus autores del texto. Entre ellos Arsenio Argüelles, que aprovechó la ocasión para repasar parte de la historia de la zona. El libro "Así nació La Camocha" se puso a la venta con ocasión del "Día del mineru" que se celebró ayer y que se encuadra en las fiestas patronales del barrio. Los festejos continúan hoy a las cinco de la tarde con juegos infantiles y el XXXVIII Memoria Magdalena provincial de bolos. La jornada se cerrará con una gran verbena a las diez de la noche amenizada por la orquesta Élite.