Por si fuera poco el despliegue festivo en el concejo, Cimadevilla se unió ayer al rosario de celebraciones que inundan el territorio gijonés. El barrio alto dio el pistoletazo de salida a sus fiestas de Los Remedios, mientras en el Club Natación Santa Olaya, La Camocha, Serín y La Guía continuaron con sus festejos patronales. Y lo hicieron con un importante protagonismo de los más pequeños. En Gijón, la "folixa" es para todos los públicos.

Cimadevilla, barrio peculiar y jaranero donde los haya, comenzó ayer su derroche festivo; que, por extensión, supera incluso a las celebraciones de Begoña. Porque, si Gijón tiene una Semana Grande, el barrio alto tiene dos seguidas. Primero la de la Virgen de los Remedios y, después, la de La Soledad. Ayer comenzó la primera de las dos.

El folclorista Fernando Ruiz Fernández, que tiene en su haber un premio "Urogallo" del Centro Asturiano de Madrid, fue el encargado de leer el pregón en Cimadevilla. Por motivos ajenos a la organización, el pistoletazo de salida se hizo esperar, dado que se retrasó más de media hora. Pero da igual, el barrio alto siempre espera ansioso a sus festejos, que toman el cerro de Santa Catalina como el escenario de las verbenas nocturnas.

Ayer fue el turno de "Distrito Xoven", que llenó de música y baile el emblemático lugar gijonés. Previamente, Cimadevilla sacó a sus cabezudos a pasear. La fiesta recorrió así las callejuelas, plazas y rincones del barrio alto, que estarán salpicadas durante dos semanas de actuaciones musicales e infantiles. Catorce días que, a buen seguro, se harán cortos para los más fiesteros y que atraerán a decenas de romeros de otros puntos del municipio.

En el Club Natación Santa Olaya, por su parte, ya llevan tres días de fiesta encima. Y ayer no decayó la intensidad. Más bien al contrario. Los más pequeños disfrutaron con hinchables, talleres, un concurso de baloncesto, juegos acuáticos y, sobre todo, la fiesta de la espuma. Durante una hora, el piso de la cancha de baloncesto desapareció por completo entre un denso jabón, que hizo las delicias de decenas de niños.

Además, en la entidad olayista hubo tiempo para disfrutar de la actuación teatral del grupo "Ververemos", que representó "La llave del tesoro". Y, tras la entrega de premios y un sorteo, llegó el momento del humor de la mano del popular monologuista Joaquín Pajarón.

En Serín, por su parte, el club Xente Xoven, organizador de las fiestas, no falló a su tradicional cita con la bicicleta. Por la tarde, medio centenar de personas participaron en la marcha cicloturista por la parroquia, con una nutrida representación infantil. Circularon por caleyas y carreteras secundarias de la zona.

Además, tras la gran corderada del domingo, ayer fue el turno de la gran sardinada. "Dúo Eclipse" y "Dúo Vibe" fueron los encargados de poner música a la noche de la víspera del día grande.

El poblado minero de La Camocha, también vivió una intensa noche, guiado por la música de la orquesta "Élite". La gran verbena se alargó hasta bien entrada la madrugada, ambientada con una discoteca móvil. Previamente, por la tarde, la sesión de juegos infantiles resultó un éxito de participación. Además, se continuó disputando el XXXVIII Memorial Magdalena Provincial de bolos en la bolera municipal del barrio.

También una exitosa jornada de juegos infantiles tuvo lugar en el Campu de La Guía. No faltaron la carrera del huevo, la cuerda, la "bici lenta" y el juego de la silla. Ya de tarde, la actividad se trasladó al salón de actos del colegio Río Piles, donde el grupo de teatro "Picamaro" arrancó las carcajadas del público con una obra propia titulada "Nada es lo que parece".

Ya entrada la noche, la fiesta contó con el sonido de "La Orquestina" y aglutinó a una multitud que hizo pequeña la plazoleta, punto de encuentro del barrio. Hoy toca el día grande.