"¡Qué bonita la capillina!". Éste y otros comentarios similares se escuchan a las puertas de la nueva capilla de La Guía, que recibe, en estos días en los que el barrio está de celebraciones, un goteo continuo de visitantes. Su construcción está terminada y el jueves, con una ceremonia a las 11.00 horas, el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, consagrará el templo.

La imagen de la Virgen de La Guía -que no es la original, puesto que ésta se destruyó junto con la capilla en 1936- ya se encuentra estos días de fiesta dentro del pequeño templo. Y esta vez es para quedarse. Ya no regresará a su "exilio" a la parroquia de San Julián de Somió, iglesia que la ha custodiado durante décadas.

La asociación vecinal ha luchado duro por ver culminado su objetivo, tras más de tres años de obra a ritmo de donativos populares. "Desde que se regeneró la asociación, con Alberto Estrada de presidente, allá por el 2001, uno de los principales objetivos era, por encuesta popular, era intentar recuperar la capilla", recuerda Paulino Tuñón, actual presidente del colectivo vecinal y directivo del misma cuando Estrada la presidía. Tuñón recuerda que, durante años, "la actividad de la asociación era intermitente, a veces se hacían las fiestas, a veces no; pero el culto a la Virgen era continuado".

No se olvida de la negociación con el Ayuntamiento para la cesión de un terreno público para la capilla. Una negociación a tres bandas -asociación, Consistorio y Arzobispado- que no cuajó. "Al final decidimos buscar otra solución y, ya con el cambio de directiva, acudimos a las Madres de los Desamparados y San José de la Montaña -que gestionan una casa de acogida a madres gestantes en el barrio- y su respuesta no pudo ser mejor. Nos cedieron un espacio", cuenta el presidente vecinal.

Ahora el sueño está a punto de cumplirse. La capilla, con un coqueto jardín, ya luce en el barrio, con su "Stella Maris" (Estrella del Mar") inscrito en las vidrieras. Misma advocación que reivindicaba la antigua capilla de la Virgen de La Guía.

De aquella apenas se guarda, perfectamente reconstruida, una pequeña pila para agua bendita, que ya cuelga en el nuevo templo. En su altar, a modo de agradecimiento, se guardará una reliquia de Petra de San José, fundadora de la congregación que ha cedido el espacio para la capilla.