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Soberbia "Bohème" con acento local

El tenor sierense Juan Noval y la soprano Verónica Tello brindaron en el Jovellanos una velada operística de gran altura que hay que agradecerle al Opera Studio

Eran las once y cuarto de la noche del domingo cuando se abrieron las puertas del teatro Jovellanos. Cualquiera que en esos momentos pudiera observar al público que abandonaba la sala vería rostros sonrientes, conversaciones entusiastas, actitudes satisfechas, y muy poca prisa por alejarse del entorno. No era para menos. Se acababa de vivir una velada operística de inusitada belleza y se imponía la necesidad de comentarla. Atrás quedaban ocho minutos de aplausos.

Una "Bohème" de Puccini, bien desarrollada es un espectáculo único, precioso y lleno de emociones. Y todas sus exigencias se cumplieron con creces en la función ofrecida por Internacional Opera Studio, empresa que brinda la oportunidad a jóvenes cantantes de trabajar en las mejores condiciones en la realización de una ópera. Dos elencos distintos intervinieron en "La Bohème", y si las críticas de la primera representación, realizada el sábado, fueron excelentes, aún las superó la del domingo, en una sesión memorable, plena de gracia.

Aforo casi completo, escenografías sencillas pero correctas, y fidelidad a la ambientación original. La primera escena, correspondiente a la buhardilla de París donde viven su bohemia cuatro jóvenes artistas, pocas veces ha encontrado tanta convicción; la propia jovialidad de los actores, su espíritu alegre e ingenioso, su dinamismo, propician una justa realidad. Y los cuatro cantan maravillosamente, mientras la orquesta, dirigida por el gijonés José Gómez, interpretaba la preciosa música de Puccini de modo magistral. En esos momentos ya nos había dejado sorprendidos la voz del tenor sierense Juan Noval, en el papel de Rodolfo, fuerte, de hermoso timbre, segura y sobrada. Acaso demasiado sobrada, dadas sus portentosas facultades. Cuando logre dominarla un poco, matizarla, seguro que oiremos hablar de él al cantar en los escenarios más sobresalientes. Ahora, ¿qué hará Mimí?, nos preguntábamos, dado el altísimo nivel conseguido hasta el momento.

Mimí, en la voz de Verónica Tello siguió la misma estela de excelencia; los dioses del Olimpo se hallaban reunidos la noche del domingo en el Jovellanos. Verónica Tello es una soprano de bellísimo timbre, dotada de sensibilidad y gran técnica. ¡Qué hermosa y completa Mimí nos regaló! Junto con Juan Noval ofrecieron instantes inolvidables. En realidad todos cantaban bien, sin un solo fallo, destacando la soprano Nora Carrasco en el rol de Musetta, y Cristian Díaz en el del filósofo Colline, un sorprendente barítono. Estupendo el coro, tanto el de mayores como el de niños.

Un éxito total, tardaremos el olvidar esta "Bohème" por su perfección, su belleza y su calidad artística. Y cabe felicitar a Internacional Ópera Studio por su iniciativa, que demuestra que cuando el trabajo se hace bien los réditos son incuestionables. Sólo nos cabe hacer votos para que el proyecto se consolide. Colocará a Gijón en el mapa internacional del bel canto, como lo es, por ejmplo, Aix-en-Provence, en Francia. ¿Quién iba a decirlo? Y nos felicitamos, a nosotros, los asturianos, por contar con la voz del tenor Juan Noval, inaudita. Y además es guapo. El Jovellanos se caía. Ocho minutos de aplausos.

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