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Los rumanos se consolidan como el mayor colectivo extranjero en Gijón

La ciudad acoge ya a más de 3.300 ciudadanos procedentes del país, medio millar más que en el último registro de Estadística

Los rumanos se consolidan como el mayor colectivo extranjero en Gijón

Los ciudadanos procedentes de Rumanía se consolidan en Gijón como el colectivo de extranjeros más numeroso de la ciudad, con 3.303 vecinos de esta nacionalidad en los últimos registros oficiales del padrón en 2014. Una progresión, además, que va en aumento constante. En el año 2013 eran 2.746 los empadronados, lo que supone que en apenas un año se han dado de alta medio millar más de ciudadanos de esta nacionalidad.

Sólo el colectivo rumano supone casi la mitad de todos los extranjeros procedentes de todos los países de Europa, y suman sólo un millar menos que el total de extranjeros llegados de toda América a la ciudad. Así las cosas, los ciudadanos de Rumanía se afianzan como los de mayor presencia en Gijón, como atestigua también la Red de Observación Participativa y Cooperativa para la Integración de las personas inmigrantes en Asturias (Red Odina). Una entidad que pone de manifiesto cómo el colectivo de personas que llegan de Rumanía "presenta rasgos diferenciadores respecto al resto de nacionales de esa zona de Europa y su grado de vulnerabilidad y exclusión es mucho mayor".

En el último estudio de Odina sobre las minorías étnicas de los países del Este de Europa en el municipio de Gijón, correspondiente al año 2013, se recoge el trabajo realizado con 199 personas procedentes de minoría étnica procedentes de Rumanía, un colectivo caracterizado por la mayor presencia de mujeres (un 57 por ciento frente a un 43 por ciento de hombres) y por la juventud de quienes llegan a la ciudad. De hecho, el tramo de edad más numeroso es el comprendido entre 30 y 34 años.

En la muestra recogida por Odina, en 98 por ciento de los ciudadanos rumanos están empadronados, y de ellos, la gran mayoría llevan más de tres años inscritos en el padrón municipal. Además, todos comparten la misma motivación para iniciar el proceso inmigratorio: las dificultades económicas en su país.

Del estudio se desprende además que el recurso familiar más frecuente es el salario social, puesto que un 70 por ciento de los ciudadanos rumanos sobre los que se ha hecho el estudio están en situación de desempleo. Tres de cada cuatro personas que componen la observación llevada a cabo por Odina están buscando empleo, con ciudadanos que sí tienen experiencia laboral en sectores como el servicio doméstico, la construcción o la hostelería y turismo.

La integración de estos inmigrantes además no está exenta de dificultades, como refleja el estudio. De las 199 personas encuestadas, el 93 por ciento de ellas han asegurado no participar en el tejido asociativo de la comunidad de acogida. Y las causas, según Odina, residen en la dificultad con el idioma que aseguran tener muchos de ellos, junto con el bajo conocimiento del contexto social y cultural del entorno en el que residen.

Sólo un 2 por ciento de los rumanos que llegan a Gijón y proceden de esta minoría étnica cuentan con estudios superiores o formación profesional, mientras que el 39 por ciento de ellos no sabe leer ni escribir.

Con todo ello, "la situación laboral de estas personas se caracteriza por la vulnerabilidad", lo que hace que la gran parte de las demandas realizadas por el colectivo sean las referidas al acompañamiento social, sanitario y de vivienda. Odina alerta de que es necesaria "una intervención integral para favorecer su integración social y laboral".

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