Ibiza, Laura F. ARANBARRI
Nacida en Gijón pero afincada en Ibiza desde hace más de 30 años, Margarita García de la Cruz -nieta del que fuera arquitecto municipal Miguel García de la Cruz- es una artista multidisciplinar y experta encuadernadora que puede convertir cualquier libro en una auténtica obra de arte. En 2007 recibió el premio Mejor Encuadernación Artística de 2006 que concede el Ministerio de Cultura. Parte de sus creaciones, junto con varios cuadros, componen estos días la muestra que hace unos días se inauguró en el Club Diario de Ibiza, que permanecerá expuesta hasta el próximo día 25 de septiembre.
Su pasión por la encuadernación nació de una forma completamente casual, ya que fue su padre quien le inculcó el interés por este arte. "Me animó a apuntarme a algún curso y comencé haciendo uno muy básico", explica. Después se trasladó a Ibiza a vivir y decidió ir a Madrid a perfeccionar lo que entonces era una afición. "Me faltaba base", asegura.
El punto de inflexión lo marcó su ingreso en la Escuela Superior de Arquitectura y Artes Visuales de La Cambre (Bruselas), a la que accedió después de un examen de ingreso que duró nada menos que ocho días y para el que no se sentía "en absoluto" preparada en aquel momento, ya que se enteró de que se convocaba la prueba prácticamente de un día para otro. Relata divertida cómo se tuvo que enfrentar a pruebas de dibujo, literatura o arte. Su talento y creatividad afloraron, lo superó y estudió allí cinco años. Pudo formarse en encuadernación bajo la dirección de Lilianne Gérard; en dorado y mosaico con A. Bruckman y en grabado con M. Beljons. "Tendría que vivir más vidas para hacer todo lo que me provoca curiosidad", afirma.
García de la Cruz se ha convertido en una experta en este arte, que crea utilizando pieles de cabra, oveja, serpiente, avestruz y hasta de rana, combinadas en ocasiones con papel y otros materiales.
"En esta exposición hay libros que pertenecen a mi colección y otros más pequeños que he realizado expresamente para esta muestra, de pequeño tamaño", explica.
Ella toma un libro, por ejemplo "El elogio de la madrastra", de Vargas Llosa, y lo desmonta entero (aunque en todo momento se conserva el original) para reencuadernarlo de forma artística. Entonces estudia el contenido y según el tema y el tono del libro elige unos materiales u otros, unos colores u otros para crear la encuadernación.
Además de encuadernar el libro en sí, crea para él una "camisa" y la caja o estuche en la que finalmente se guarda el conjunto. Es casi orfebrería en piel. "Si el cliente me deja libertad es fantástico. Pueden darte alguna indicación pero lo mejor es la libertad total", afirma.
En la muestra en el Club Diario de Ibiza combinará las encuadernaciones de arte con una colección de libros de artista, que García de la Cruz ha creado por completo, diseñando también los textos del interior, aunque no son de su autoría: "Son unos pensamientos escogidos", explica.
También se podrán ver sus acuarelas, que tienen la particularidad de ir acompañadas de un pequeño libro que queda suspendido en el aire, sostenido por un cable, y que hace las veces de 'ficha técnica'.
