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Serín, playa y cuesta para los perros

El arenal sugerido por la Alcaldía como zona libre para mascotas es apreciado por su entorno natural frente a la desventaja de su lejanía y difícil acceso

Zona de bajada a la playa de Serín. MARCOS LEÓN

En el pleno municipal del jueves se alcanzaba un destacado acuerdo con unanimidad de todos los grupos políticos: permitir que una playa de concejo sea de acceso libre, durante todo el año y sin límite de horario, para usuarios con perros. La propuesta, lanzada por IU, recogía a su vez la movilización iniciada por el colectio Fauna Urbana. En el mismo pleno la Alcaldesa, Carmen Moriyón, ya dejó caer la sugerencia de que podría ser la playa de Serín la señalada para el disfrute de los perros. Una selección que se va a intentar consensuar con el resto de representantes municipales.

Antes de iniciase siquiera la negociación entre políticos, a la propuesta de Serín ya le han salido detractores y defensores. Carlos Solares, de Fauna Urbana, lo sabe bien porque en las redes sociales, junto al aluvión de felicitaciones que se le acumulan por haber conseguido que el Ayuntamiento apruebe la idea de una playa sin restricciones para que corran los perros, se suman los apuntes de quienes ven ventajas y desventajas en la propuesta verbalizada por Carmen Moriyón.

"Tras anunciar la aprobación tuvimos un boom de respuestas de gente encantada con lo sucedido. Eso incluye anotaciones de quienes no les gusta que se proponga una playa tan alejada de la zona urbana y sobre todo de difícil acceso. Tiene una pronunciada pendiente para bajar al arenal y eso seguro que impedirá que la disfrute mucha gente mayor o quien no esté en las mejores concidiones físicas", explica.

Pero bien es cierto que frente a esas dudas, hay quien ve una cualidad añadida a Serín: "el hecho de que sea una playa de un entorno natural, más paradisíaco, es algo que siempre tiene su atractivo", indica Solares. En su caso no se decanta. "Les toca ahora a los políticos ponerse de acuerdo. Teniendo en cuenta que partíamos de una situación en la que no disponíamos de ninguna playa libre, y que nos estábamos quedando atrás frente a otras comunidades como Cantabria o Galicia, por no ir más lejos, el hecho de que hayamos conseguido tener una ya es mucho y es para celebrarlo", sostiene.

Carlos Solares es de los que, además, quiere darle tiempo al tiempo y no duda de que "una cosa es lo que se apruebe inicialmente, que no quiere decir que no se pueda modificar a posteriori, incluso aumentando la oferta de playas". Sobre todo si se le ve el beneficio económico que puede tener. "Hay zonas que han vivido un repunte económico por el dinero que a veces se mueve en torno al turismo con mascotas y los negocios orientados a dueños de animales", sostiene este experto. Como apunte asegura que a Fauna Urbana ya les ha llegado la felicitación de la asociación de propietarios de perros de León, por haber conseguido lograr una playa sin restricciones. "Eso es gente que va a querer venir con sus mascotas a Gijón", declara Solares.

Lo que dan por descartada es ninguna batalla por buscar un hueco en San Lorenzo: "lo dijimos desde el principio. Hay que ser realistas y en San Lorenzo no lo vemos factible por la cantidad de bañistas. Aunque sí que hay quien lanza la idea de que la zona libre sea el entorno de la escalera 23, que es más urbano y accesible a más gente. Podría ser. Ahora depende de lo que acuerden los políticos".

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