La conmemoración, el año pasado, del centenario del inicio de la I Guerra Mundial provocó una catarata de libros, revisiones documentales y otras muchas actividades sobre los hechos que rodearon y marcaron un acontecimiento con el que, según el historiador inglés Eric Hobsbawm -inspirado a su vez por Iván Bered-, comenzó una crucial etapa de la historia contemporánea que llamó "el corto siglo". Un segmento de tiempo que iría desde el comienzo de la primera gran conflagración a escala planetaria, en 1914, y 1991, con el derrumbe de la Unión Soviética. A revisar la posición de España ante la Gran Guerra dedica la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) una exposición que incluye objetos históricos y material audiovisual.
"Protagonistas de la España neutral" estará en el vestíbulo de las instalaciones de la UNED en Gijón, frente a la biblioteca del centro, hasta el próximo 15 de octubre. Fruto de la colaboración entre el Departamento de Historia y la Biblioteca central de la UNED, ha pasado antes por Madrid y Denia.
"Su contenido permite superar el concepto de neutralidad como algo ecuánime o imparcial, exponiendo hechos que alteran esa percepción, como la propaganda y la opinión pública o el mundo del espionaje", afirman los organizadores de "Protagonistas de la España neutral".
Algunos de los títulos que incorpora esta muestra son del llamado "Proyecto Manes". Es una iniciativa que impulsa también la UNED. El objetivo es de gran interés: la investigación de los manuales escolares que se editaron en España, Portugal y América Latina durante una etapa histórica tan dilatada como la que va desde 1808 (fecha de la insurrección española contra la invasión napoleónica) hasta 1990.
La muestra se vertebra en torno a nueve paneles informativos. A esos materiales se añaden libros, objetos relacionados con la Gran Guerra o un audiovisual que incorpora opiniones de especialistas en el tema. "Permite al visitante adentrarse en la postura de nuestro país ante la I Guerra Mundial", señalan los organizadores. España se mantuvo neutral ante la matanza desencadenada en los campos europeos, que concluyó en 1919 con la firma del "Tratado de Versalles". Más de nueve millones de combatientes perdieron la vida en un conflicto que enfrentó inicialmente a Alemania y Austria-Hungría con Francia, Rusia e Inglaterra. Supuso la disolución de cuatro grandes imperios.
