La Policía identificó ayer, minutos antes de las doce y media de la noche, a un vecino de Pumarín de 38 años al que varios testigos habían visto escalando por los canalones de la fachada de un edificio para introducirse en una vivienda del primer piso.

Lo que parecía un robo se quedó en una anécdota. Después de interrogarle, los agentes comprobaron que el hombre era el inquilino de la vivienda a la que había accedido. El protagonista del suceso contó que había salido de su casa apresuradamente y se había dejado las llaves dentro por lo que en lugar de llamar a un cerrajero había decidido arriesgarse y subir trepando hasta la ventana que había dejado abierta.

Una portavoz de la Policía aseguró ayer que esta actuación es "una manifestación de la mejora de la colaboración ciudadana, tan necesaria para la prevención de delitos y para el esclarecimiento de los hechos ya cometidos. En esta ocasión no fue necesaria la intervención para la represión de ninguna acción ilegal pero los avisos son imprescindibles para una rápida y eficaz respuesta policial", afirmó la funcionaria haciendo hincapié en que la información de los ciudadanos es fundamental "sobre todo en delitos de robos y lesiones".