La organización gijonesa "Ningún niño sin cenar" ha denunciado una "oleada" de embarazos en menores de la ciudad que, tal y como asegura la impulsora de la entidad, Blanca Menéndez, acuden a ellos cuando "el embarazo está muy avanzado y no tienen dónde acudir".
En la actualidad la organización cubre las necesidades de once niñas, "todas ellas españolas, menores de 16 años y escolarizadas en institutos de la ciudad", que o están a punto de dar a luz o "están como mínimo embarazadas de cinco meses".
El perfil, como relata Blanca Menéndez, obedece en su mayor parte a menores que "viven con las abuelas, porque los padres están separados y han rehecho sus vidas con otras parejas y nuevos hijos", que no se atreven a contar en casa que están embarazadas y que tratan de ocultar su estado durante meses hasta que "se hace evidente y entonces acuden a nosotros, las abuelas en primer lugar, y después con las chicas". En los once casos que han llegado a "Ningún niño sin cenar", "los padres no tienen ninguno de ellos más de 17 años", asegura Menéndez, quien denuncia la "gran falta de información entre los adolescentes, que no utilizan medios de protección y además aseguran que no quieren utilizarlos".
Así las cosas, en la entidad atienden a las futuras madres "en primer lugar con ropa de embarazada", porque "cuando llegan a nosotros no tienen nada, y además los recursos familiares son limitados", y después con "cunas, cochecitos, ropa de bebé, toallitas, pañales, leche y todo lo que puedan necesitar", enumera la responsable de la organización, quien pone de relieve cómo las chicas "no se atreven a acudir a las entidades públicas porque saben que no van a recibir ayuda". Del mismo modo, Menéndez lamenta que los casos se den en centro públicos "que parece que no quieren ver la situación".
