Arcelor-Mittal ha resucitado su plan para construir unas nuevas baterías de coque en Gijón, lo que deja en suspenso el futuro de las instalaciones de Avilés. En medios sindicales se da por hecho que la inversión se desarrollará en la planta de Veriña y que el anuncio es inminente. Precisamente este mediodía, el presidente del Principado, Javier Fernández, se reúne con Gonzalo Urquijo José Antonio Arias y Jesús Izcue -los tres hombres fuertes de Lakhsmi Mittal en España-. De este encuentro está previsto que salga el detalle de la la segunda fase de crecimiento de las instalaciones fabriles asturianas, toda vez que Arcelor ya ha iniciado las obras de ampliación de la acería LD-A y del tren de carril de Gijón. Este paquete inversor garantiza el futuro de la gran siderúrgica en Asturias para los próximos 25 años.

La construcción de unas nuevas baterías de coque en Gijón ya había sido anunciada en el año 2011, aunque finalmente el proyecto quedó suspendido. Las anteriores -las que Arcelor heredó de Ensidesa y esta, a su vez, de Uninsa- hacía tiempo que estaban obsoletas. La inversión de 2011 fue retirada un año después como consecuencia de la crisis. La pretensión de la compañía entonces había sido levantar la nueva infraestructura en el solar que tenían que dejar las antiguas baterías en la planta de la gran siderúrgica en Veriña (Gijón).

El anuncio afecta también a las instalaciones de Avilés, cuyo futuro queda en el aire. La coquería avilesina aspiraba también a recibir la inversión aprobada ahora por la dirección mundial de la gran siderurgia. Las baterías de Avilés se encuentran en suelo propiedad de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (Sepi). La aspiración de los sucesivos gobiernos avilesinos fue la de limitar el porvenir de la instalación e integrar el suelo en los planes de desarrollo de un área tecnológico en la margen derecha de la ría, en el entorno del Niemeyer. El proyecto bautizado como "Isla de la Innovación" acabó en papel mojado.

El coque (carbón siderúrgico destilado) es, junto al mineral de hierro, la materia prima que alimenta los dos altos hornos gijoneses, donde se obtiene el arrabio que surte a las acerías de Avilés y Gijón; es decir, sin coque y sin hierro no hay acero. Hasta 2013, estas instalaciones coexistieron tanto en Avilés como en Gijón, pero estas últimas fueron clausuradas después de casi cuatro décadas de actividad.

La dirección mundial de la compañía anunció en un principio una inversión que rondaba los 150 millones de euros que se se retiró en 2012, pese a la reconocida necesidad de unas nuevas instalaciones. La dirección del gigante siderúrgico y los sindicatos han reclamado en repetidas ocasiones que la dirección mundial resucite el plan de futuro para sumarlo así al taller de carril y a la LD-A. El desarrollo de las dos inversiones coloca a Asturias en la vanguardia de la siderurgia en Europa.

El proyecto de 2011 contaba con la construcción de una instalación para destilar algo menos de un millón de toneladas de carbón (las de Avilés fabrican 1,4 millones), aunque dejaba aire para aumentar la producción. Arcelor ha convocado para hoy mismo un comité de dirección (el encuentro de todos los jefes de área), en el que está previsto discutir este asunto. Cuando Juergen Schachler, director de la zona sur de Europa de Arcelor, presentó las inversiones de la acería y del taller de carril recientemente los sindicatos le reclamaron que despejase el futuro de las baterías, pero entonces no hallaron respuesta.