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JAIME GROS | Exdirectivo de Endesa, experto en motores Stirling

"En el contexto actual, lo que no sea quemar petróleo resulta difícil de amortizar"

"Los alumnos de Ingeniería no pueden fabricar motores de verdad; al final salen con el título y creen que diseñar es fácil"

Gros, con parte de la maquinaria que presentó en la Politécnica. MARCOS LEÓN

Jaime Gros (Zaragoza, 1953), ingeniero industrial por la Universidad de Barcelona, ha estado la mayor parte de su trayectoria profesional vinculado al mundo de la energía eléctrica. En 1979 inició su carrera profesional en Endesa, donde ocupó cargos directivos en diferentes áreas hasta que en 2007 fue designado director general de la compañía en Aragón, cargo que ha ocupado hasta febrero pasado, en que accedió a la prejubilación tras permanecer 35 años en la compañía. Aficionado a la restauración de vehículos antiguos así como al diseño y construcción de motores de ciclo Stirling, asunto en el que es la mayor autoridad nacional, ayer ofreció una conferencia para los alumnos de la Escuela Politécnica de Gijón.

-¿Qué posibilidades ofrece en la actualidad el motor Stirling?

-Este tipo de motores tiene 200 años de antigüedad y cuando alguien habla de motores siempre piensa en motores de automóvil. El Stirling nunca se pudo desarrollar porque le cuesta cambiar de revoluciones. En cambio, está muy bien para cargas constantes y tiene un rendimiento muy bueno. Se han hecho pruebas en el área de energía eléctrica con energía solar aunque ahora, lamentablemente, con el precio del petróleo tan barato todo lo que no sea quemar petróleo es difícil de amortizarlo pero llegará un momento en que el petróleo volverá a subir y volverán otra vez a hacerse cosas de este estilo.

-En el sector aeroespacial ya se está utilizando...

-Ahí tienen un futuro tremendo. Cuando tratas de hacer una nave espacial que se sale del sistema solar no puedes alimentarla con células solares. Lo que se utilizan son módulos de propósito general de calor, que llevan medio kilo de plutonio y que más o menos están a 700 grados durante 14 o 15 años. Éstas se colocan sobre un generador termoiónico que, al fin y al cabo, son dos metales diferentes soldados y con eso se genera la energía suficiente para alimentar los aparatos que hay dentro de la nave. Con un motor Stirling no necesitas llevar tanto plutonio, puedes alimentar la nave durante mucho más tiempo; y son motores más fiables porque llevan muchas menos piezas que se mueven.

-¿Qué se ha avanzado desde el sector aeroespacial?

-La NASA está trabajando mucho en estos temas porque, cuando se vaya a Venus, el foco frío del motor tiene que ser 400 grados y el caliente tiene que estar al límite de los aceros cerámicos que se hayan podido construir para soportar 1.000 o 1.200 grados. Y, con eso, habrá que hacer un aparato grande que se caliente con energía de fisión nuclear y que produzca 100 o 200 kilovatios que es lo que necesita para que una nave pueda llegar a Venus.

-¿Sólo veremos motores Stirling para llegar a Venus?

-Es una tecnología muy sofisticada con una oportunidad clara en el sector aeroespacial. Una cuestión totalmente distinta es la enseñanza. Los alumnos de cualquier Escuela de Ingenieros o Formación Profesional en un curso académico no pueden hacer un motor de verdad que normalmente cuesta un montón de horas de trabajo, de diseño y fabricación a un equipo de ingenieros. En cambio un motor Stirling se puede hacer en un curso académico. En la Universidad de Zaragoza ya lo hemos hecho alguna vez y en la Universidad de Mondragón ya lo están haciendo y están aprendiendo mucho.

-¿Es el reto para las futuras generaciones de ingenieros, aprender a diseñar y fabricar en un escenario real?

-Sí, el de poder tocar cosas. Este tipo de motor te permite ver la diferencia entre el PowerPoint y la realidad porque en los simuladores de ordenador si metes todos los parámetros bien al final te dan un resultado y se tiende a simplificar las cosas. Al final acabas con un título pensando que diseñar es muy fácil pero cuando empiezas a trabajar en algún lado te das cuenta que no es así y ves lo complicado que resulta realizar algo físico a partir de un modelo teórico.

-Para un aficionado a la mecánica clásica, ¿es demasiado futurible hablar de un futuro donde se imponga el vehículo eléctrico?

-Yo he estado metido mucho tiempo en automóviles eléctricos. Mi hobby es arreglar coches y motos antiguas pero desde el punto de vista profesional también he trabajado en ello. En Endesa lo hemos estado haciendo y mis compañeros siguen trabajando muchísimo en el coche eléctrico. Y sí, creo que el coche eléctrico despegará. Ya hay determinados modelos que son operativos totalmente.

-¿Qué limitaciones observa?

-Las recargas y las distancias. Si estás pensando en hacer 500 kilómetros de distancia no vayas a un coche eléctrico pero si vives en las afueras de una ciudad y haces todos los días 50 kilómetros lo mejor es el coche eléctrico. Se va a empezar a exigir que en el centro de las ciudades que los coches contaminen poquísimo y te van a hacer pagar en función de lo que contamines. Los eléctricos entrarán gratis y ese es un primer paso del que estamos muy cerca.

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