Y el parque la barriada /

enllenóse de xente, vieyo y mozo, /

los más, neños y neñes, /

que gociaben glayando percontentos /

montaos nos cañiqueros.

Estos versos de Manuel de Andrés Fernández -popularmente conocido como Mánfer de la Llera en el mundo de la cultura y las letras asturianas donde ejerció como escritor, articulista, promotor de Conceyu Bable y miembro de la Academia de la Llingua- quedaron ayer fijados para la eternidad sobre la placa que da el nombre del ilustre asturianista y vecino del barrio al remodelado parque de Pumarín conocido hasta ahora como "de las tres calles o de la arena" (entre la avenida de Schulz y las calles Baleares y Valencia). La misma placa que da a este asturiano nacido en Ciaño (Langreo) en 1918 y fallecido en Gijón en 2005 el título de "mineru, escritor y home comprometiu colos sos conciudadanos".

Un compromiso que llevó a Mánfer de la Llera a luchar por las necesidades de aquel Pumarín al que llegó a residir en 1964, en concreto a una de las viviendas de las populares 1.500, con la intención de dar un futuro mejor a Rubén, Vital, Ramón y Efrén, los cuatro hijos de su matrimonio con Celia Díaz. Aunque eso le costara el sacrificio de ir todos los días en Vespa a trabajar a Lieres hasta que se jubiló por silicosis en 1967. Momento en que su compromiso social se amplió a la militancia en la Comisión provincial de jubilados y pensionistas de Asturias, en la clandestinidad, y, ya en democracia, en la Asociación Regional de Pensionistas Asturianos.

Su apoyo al naciente movimiento vecinal de Pumarín favoreció la creación de la asociación vecinal "Severo Ochoa", que llegó a presidir. Asociación que reivindicó ante el Ayuntamiento de Gijón rendir tributo al convecino incorporando su nombre al callejero local. La decisión fue tomada por la Junta de Gobierno en septiembre del año pasado y oficializada ayer con un acto protocolario presidido por la Alcaldesa, Carmen Moriyón, y en la que participaron tres de los cuatro hijos (Rubén reside en Valencia) y tuvo el máximo momento de emoción y lágrimas en la entrega de un ramo de flores a Clementina, la única hermana viva de Mánfer.

Hijo pregonero

El acto contó también con la participación de representantes de los grupos políticos del Ayuntamiento, de miembros de diferentes colectivos del ámbito de la cultura asturiana y de representantes de la asociación vecinal "Severo Ochoa", que preside Esteban Calleja. Además, la inauguración del parque se adelantó sólo unas horas al inicio de las fiestas populares del barrio, donde ejercía de pregonero Ramón de Andrés, el hijo de Mánfer que más lejos ha llegado en el compromiso familiar con el asturiano desde la Universidad y la Academia de la Llingua . Toda una jornada de convivencia entre Pumarín y una de sus familias.

La alcaldesa se encargó de glosar, en asturiano, los ires y venires de la vida de Mánfer de la Llera y fueron sus hijos Efrén y Vital quien se encargaron de los agradecimientos y de la lectura de uno de los poemas del homenajeado. Una y otros pusieron énfasis en sus palabras en el compromiso de Manuel/Mánfer con las causas que le habían tocado vivir como creador, como vecino de un barrio, como minero y como jubilado. De su altísimo sentido de la solidaridad con la comunidad hablaron los hijos del homenajeado y "compromisu" fue la palabra que eligió Carmen Moriyón para definir a un Mánfer de la Llera "que ye un bon nome pa esti parque porque ye el meyor exemplu pa los nenos que van disfrutar dél".