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El cerebro de la fibra óptica está en Pumarín

Telefónica abre durante la Noche Blanca su Centro de Acceso Inalámbrico, que controla las antenas de 2G, 3G y 4G de todo el país

Una visita a las entrañas de la fibra óptica. El centro neurálgico de las comunicaciones inalámbricas de la empresa Telefónica para toda España se sitúa en un discreto emplazamiento del barrio de Pumarín. Desde este inmueble, la operadora controla todas las antenas de España de 2G, 3G y el 60% de las de tecnología 4G que están instaladas en todo el territorio español. "Este centro es el resultado de una apuesta que Telefónica hizo en su día por el empleo en Asturias", explica Luis González, uno de los responsables del Centro Nacional de Acceso Inalámbrico (CNAI), ubicado en la calle Soria. El pasado viernes abrieron por primera vez sus puertas al público con motivo de las actividades de la Noche Blanca.

Un centenar de técnicos, distribuidos en turnos de siete horas, se encargan de controlar desde este edificio cualquier avería o riesgo de fallo en la principal red inalámbrica del país. "También la red de alta velocidad de Movistar se controla desde aquí", precisó González, que ejerció como "cicerone" junto a otros compañeros de la empresa en las visitas programadas para la Noche Blanca. LA NUEVA ESPAÑA acompañó a uno de los grupos en este viaje al cerebro de la tecnología inalámbrica. Tal fue el éxito de la iniciativa, pues no es habitual que los gijoneses puedan entrar a este edificio y pocos conocen en profundidad qué se hace allí, que los responsables de la empresa se vieron obligados a introducir nuevos turnos a los 15 grupos que habían cerrado su visita entre las 20.00 horas del viernes y las 01.00 horas del sábado. A medianoche ya superaban los 300 visitantes, entre ellos alumnos de "Teleco" de la Universidad. "Estamos desbordados", manifestaban en el centro.

Los asistentes tuvieron oportunidad de recorrer algunos de los espacios más relevantes de la central: la galería de cables, el repartidor y las salas de FTTH, que funcionan como el eje principal de transmisión y conmutación para la fibra óptica. También se explicó la importante actividad desarrollada del CNAI. "Este es el cerebro que mueve todas las máquinas", apuntó el técnico Julián Toribio.

El Centro Nacional de Acceso Inalámbrico es un edificio de especial relevancia para la empresa, ya que desde aquí se controla la totalidad del 2G y 3G de todo el país, así como alrededor de un 60% del 4G nacional. En las instalaciones anexas se sitúa el centro de conmutación cuya galería de cables permite extender el servicio a los más de 40.000 abonados que se controlan desde esta central. En las viejas canalizaciones de cobre, de cada cable salen 2.400 hilos que se bifurcan hacia fachadas y viviendas para atender las necesidades de los usuarios. Para detectar cualquier incidencia en la red, las canalizaciones están cargadas con aire lo que permite localizar el punto exacto de una avería.

Hoy, con la fibra óptica, consistente en un hilo muy fino de vidrio por el que se envían pulsos de luz que representan los datos a transmitir, la infraestructura queda reducida a la mínima expresión, de hecho muchos espacios del centro han quedado en desuso por la reducción de las dimensiones de los nuevos equipos. Con una canalización de un diámetro semejante a una manguera de jardín es posible garantizar 10.000 comunicaciones, cuatro veces más que con el hilo de cobre. No obstante, se hace necesario "un grupo de mantenimiento a diario" para seguir el normal funcionamiento de los equipos, indica Luis González. El salto a las tecnologías más modernas hace con los cambios sean frecuentes. "Aquí estamos constantemente en obras", concluyó el responsable.

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